En el Perú todos quieren mandar y nadie quiere hacer: La Oportunidad de la formación técnica profesional en el Perú
“El mundo no ha cambiado por la política sino por la técnica” Friedrich Dürrenmatt
En los últimos meses hemos sido testigos de un cambio de mindset en el peruano que hemos discutido ampliamente en este blog y la tribuna profesional: un peruano más orgulloso producto del crecimiento económico y una clase media emergente con renovados valores. Hasta aquí un cambio importante en la psicología social del nuevo peruano, pero importantes datos resaltan: A pesar del importante crecimiento económico vivido en el país la última década 4 de cada 10 graduados se encontraba subempleado (Enaho, 2012) y cerca de 7 de cada 10 jóvenes entre 15 a 29 años manifiesta intención de optar por estudios universitarios por sobre la formación técnica (IPSOS, 2015) a pesar de que estudiar en la universidad no asegura el retorno de la inversión. Esto nos lleva a una reflexión sobre el rol que tiene la formación técnica profesional en el Perú y la verdadera necesidad del país en un contexto de crecimiento económico.
“Si quieres ser alguien en la vida, ¡tienes que ir a la universidad!”.
Según un reciente estudio de IPSOS sobre la Imagen y Posicionamiento de Institutos y Universidades el 2015 sólo el 29% de estudiantes en Lima Metropolitana pensaban estudiar en un instituto, mientras un mayoritario 66% optaban por la universidad.
En efecto, la mayoría de peruanos opta por estudiar en la universidad, pese a que elegir una deficiente puede ser una pérdida de dinero. Según un estudio de la Universidad del Pacífico, “los profesionales egresados de universidades de mayor calidad tienen un retorno neto de 13,5% anual promedio, ubicándola como la alternativa de educación superior más rentable. Le sigue en segundo lugar la educación superior técnica de alta calidad, con TIR de 10,1%, y finalmente las universidades de menor calidad tienen una TIR negativa, es decir, implican una pérdida equivalente a 1,2% cada año” (Yamada, Lavado y Oviedo (2015).
Según datos reportados en esta misma investigación existe una disparidad entre las necesidades de profesionales técnicos en nuestro país y la demanda educativa en este nivel:
- En USA el país más desarrollado del planeta, el 37% de su población opta por el camino de la formación tecnológica no universitaria.
- En China, el país más dinámico del mundo durante las últimas décadas, el 43% de jóvenes se decide por un futuro asociado a la educación superior técnica no universitaria.
- En Perú menos del 28% se ha inclinado por la formación profesional técnica y más que un impresionante 72% va a la opción universitaria.
Mitos & Verdades de la Educación Técnica Industrial
La pregunta que asalta es ¿Por qué la mayoría de peruanos opta por estudiar en la universidad, pese a que elegir una deficiente puede ser una pérdida de dinero?. Desde nuestra posición de psicólogos sociales, hay varias razones posibles:
- Razones Culturales: en el Perú hemos estigmatizado la formación técnica minimizándola o subvalorándola. La hemos reducido a una condición inferior, a un status o clase social “trabajadora” que minimiza su gran aporte a la sociedad y en especial, a la industria de nuestro país. Nuestros estudios sobre la psicología social del estudiante técnico (insights) sugieren que en verdad no se trata de una clase social, se trata de una nueva fuerza con una filosofía de vida distinta, una filosofía de cambio “quiero ser parte de la solución, no del problema”. Los técnicos son hacedores, y por tanto, buscadores de soluciones y acciones.
- Razones Psicológicas: Existe la impresión de que usar un uniforme y/o trabajar en industria con las propias manos puede ser indigno….a veces vemos un uniforme o manos sucias y no un trabajador o técnico esforzado. Vemos la superficie y juzgamos. El profesional técnico es objeto de discriminación y estigma. Lo técnico muchas veces tiene una connotación de falta de intelecto, de poco esfuerzo y poco dinero. Nada más alejado de la realidad.
- Razones Económicas: El profesional técnico tiende ser percibido como “mal pagado”, y en verdad esta es una consecuencia de la infravaloración de la función. Desde una perspectiva de marketing, el valor está disminuido y por tanto “el precio” atribuido es menor. verdad a medias si tomamos en consideración los datos proporcionados por el Director de SENATI Gustavo Alva quien sugiere que los técnicos especializados recuperan hasta en dos sueldos todo lo que inviertieron en sus estudios (ver la entrevista completa en Gestion). Según este directivo, año a año la escasez de técnicos especializados en algunas carreras como soldadura habrían generado que los sueldos se incrementen rápidamente.
- Razones Funcionales. La tarea técnica se asume como muy acotada a cierta función. Se asocia con personas subordinadas “Lo que estudian en un universidad están para mandar, pero los técnico sólo para obedecer”. Sin embargo, se desconoce el alto nivel de demanda de técnicos en el país. Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) publicada en Gestion, las empresas formales demandarán más de 200,000 nuevos técnicos para este 2016 por lo que el mercado buscará cada vez más personal especializado en estas carreras. Además, debido a la creciente demanda de talento en el sector industrial del país, las carreras técnicas permiten una inserción laboral muy rápida y bien remunerada en el mercado.
“El Perú necesita más cocineros y menos cheff…menos palabras y más acción”
Siguiendo la línea de lo expresado en algún momento por Gastón Acurio, nuestro mayor representante culinario en el mundo y embajador de la Marca Perú, nuestro país adolece de técnicos y profesionales dispuestos a ejecutar!.
Hace algunas semanas atrás cuando conversábamos con gerentes de empresas industriales en el marco de un proyecto de consultoría para nuestro cliente SENATI, lo que más nos llamaba la atención era la inmensa necesidad de técnicos especializados y una visión de profesional ejecutivo dispuesto a solucionar problemas. Un Director fue bastante sincero y nos dijo, casi al final de la entrevista y a modo de confesión: “Estamos cansados de abogados y administradores que no solucionan problemas….los causan!”. Esto nos llevó a una reflexión y a su vez un ejercicio estratégico de replanteamiento profesional sobre la labor del técnico en el Perú.
Pronto llegamos a la conclusión que en el Perú todos saben mandar pero nadie quiere obedecer. Todos quieren diagnosticar, planificar, pensar pero pocos quieren hacer. Una sociedad como la peruana requiere más profesionales técnicos dispuestos a remangarse las manos y ponerse en acción. Una sociedad como la peruana no puede avanzar si no tiene técnicos comprometidos capaces de ejecutar. En tal sentido, nos parece muy encomiables labores como las de SENATI que ponen de relieve el esfuerzo sostenido del técnico y se ve reflejado en su última estrategia de relanzamiento de marca en la que tuvimos el placer de colaborar. La estrategia refuerza el sentido de orgullo del técnico peruano: #ManosQueMuevenLaIndustria. En términos comunicacionales, la propuesta fue planteada en términos de estudiantes que son leyenda y que saben que el futuro está en sus manos, son hacedores y se sienten orgullosos de serlo.
En conclusión: tenemos que volver a mirar los negocios desde una perspectiva estratégica
Nuestro rol como estrategas nos obliga a tener que volver a mirar y redescubrir al ser humano que se esconde detrás de un rol, posición o título de cliente/consumidor. En el caso de los técnicos profesionales, muchas veces vemos uniformes y no personas, estudiantes y no seres humanos; técnicos y no HACEDORES.
Referencias:
Fuente: Gustavo Yamada y Joan Martínez ¿Universidad o instituto? La hora de la reforma de la educación. Portafolio Económico. El Comercio. 31 Enero 2016. Economistas del Centro de Investigación de la UP
Libro: “Una promesa incumplida. La calidad de la educación superior universitaria y el subempleo profesional en el Perú”