Psicología Social en Elecciones 2016: Desnudando la mente del Elector y a Julio Guzmán
En el Perú hemos pasado de los psicosociales al manejo de la Psicología Social de algunos candidatos con discurso, target y estrategia claras. En términos estrictamente profesionales, se observa un manejo más profesional de las campañas políticas que en épocas anteriores, y esto es más visible aún en las campañas de PPK, Acuña y Guzmán. Este último tiene una capacidad interesante (y desafiante para el resto de candidatos) para comunicar sus ideas tanto oralmente como en las redes sociales. Algunos llaman “perspicacia” a esta capacidad de poner en palabras lo que otros piensan pero no siempre se atreven. Digamos que es capaz de dar luz a verdades, creencias o actitudes colectivas universales y extendidas, pero reconfigurando su sentido y extrayendo valor: “El mendigo sentado en oro nos ha hecho daño porque hemos creído que el futuro del Perú es el banco de oro y no las personas”, “El dinosaurio no tiene que ver con la edad sino con forma de pensar: creer que debemos administrar el centavo y no el éxito”, etc.
Nos parecen interesantes en tal sentido tratar de ahondar más en la Psicología Social del elector peruano y más precisamente en la del elector de Guzmán quien en la última encuesta de GFK mostró tener un 10.4% de intención de voto cuando hace dos meses aparecía en el rubro de otros. Mucho se ha dicho sobre su estrategia política o propuesta ideológica; en este post me gustaría centrarme en su conexión emocional con los electores y los posibles gatilladores que explicarían su preferencia desde una perspectiva psicológica. Haré uso de ciertas metáforas o arquetipos culturales para explicarlo mejor.
El CHAVO de la Vecindad. Mucho se han criticado las contradicciones de Guzmán y su cambiante (desconcertante) opinión en torno a ciertos temas de interés. Algunos arguyen que le falta preparación y hay quienes sostienen que esto lo descalifica como candidato. Más allá de lo certero de estas afirmaciones y la necesidad de precisiones, nosotros creemos que la Ingenuidad política de Guzmán es un activo, más que pasivo en el actual contexto. Su falta de experticia en contestar ciertas preguntas políticas (“media training”) operaría a favor pues se lo ve como un candidato menos “mañoso” en términos políticos. En el panorama actual de políticos tradicionales con mucha experiencia en lidiar con preguntas/denuncias/situaciones incómodas, la incapacidad de Guzmán sería vista por el electorado como una demostración más de su “no contaminación” o también, una apuesta por el cambio y la diferencia con las formas tradicionales de hacer política en nuestro país. En términos metafóricos, Guzmán seria como el “Chavo del Ocho” que se le “chispotea” de vez en cuando y no siempre gana las batallas verbales, en un vecindario plagado de lobos feroces hambrientos de poder o de Chilindrinas muy astutas capaces de instrumentalizar esta ingenuidad a su favor. Esta imagen ingenua de Guzmán retratada en el meme de Alan Harper (el tío buena gente siempre sonriente) ha sido retratada por algunos en términos denigratorios usando apelativos como “candidato pulpin”, “peso ligero”, “el inexperto o improvisado” etc). Quienes opinan así no se dan cuenta que ser Chavo del Ocho en el mundo de hoy es una virtud y no un demérito. Se trata de recuperar la ingenuidad en un mundo que la perdió, o mejor aún, de recuperar la inocencia en la política.
EL DAVID de la Política: En el Perú ser chiquito y venir de abajo es una virtud. El peruano se identifica con David, no con Goliat. En ese Cuanto más periodistas, intelectuales o políticos “famosos” intenten minimizar el arrastre de Guzmán tildándolo de improvisado, más grande lo hacen porque remarcan su carácter esforzado. Para el elector, “los de abajo siempre se esfuerzan más” y eso aplica para explicar candidaturas políticas como también la emergencia de las capas medias o del “nuevo peruano” emergente. En general hay una identificación o empatía con el que está en una situación de inferioridad y se enfrenta a un “establishment” sólido. Esto lo ha capitalizado muy bien Guzmán quien habla de “La Ola Morada” y hace referencia a los “Dinosaurios” para graficar el sistema tradicional al que se “enfrenta”. Los electores peruanos ansiosos de batallas épicas y caudillos habrían “comprado” la gesta de Guzmán. En la última encuesta de GFK se mostraría este nivel de “compromiso activo” al preguntar a los simpatizantes del candidato si estarían dispuestos a donar 5 soles como aporte personal en la campaña. El nivel de porcentaje de simpatizantes de Guzmán que sí lo harían es mayor al resto de candidatos (31%).
El NARRADOR de Historias: El Marketing Político como el comercial se trata fundamentalmente de una batalla de percepciones y no solo realidades. No basta ser un “buen producto” sino sobre todo parecerlo, es decir tener la capacidad de conectar con las audiencias sobre la base de propuestas sólidas pero también manejo de emociones y sentimientos. La identificación y empatía aquí son claves. Por todo lo visto, Guzmán tendría una estrategia de conexión más consistente que el resto de candidatos “pequeños” o “nuevos” en el camino electoral, por eso habría podido desmarcarse más rápido del rubro “otros”. Su capacidad comunicativa ha sido tildada de “vende humo” o “gaseosa” por algunos, pero al parecer esta capacidad es la que habría permitido a Guzmán claridad y foco en su mensaje. Este candidato repite una y otra vez las mismas metáforas, palabras y mensaje en cada entrevista televisiva, post de Facebook y discurso en tribunas/plazas. En términos de comunicación, tiene claridad sobre sus “argumentos fuerza” y su “posicionamiento deseado”. Intenta oponerse a la política tradicional, pero al mismo tiempo hace énfasis en la “modernidad”, “el talento”, “los jóvenes” y “visión país de futuro”. Puede que no te acuerdes exactamente de la propuesta en concreto, pero te hace llegar su visión y sobretodo su expectativa y esto es lo que logra el buen comunicador. En términos de mensaje, la tiene clara. No hay que olvidar que en el marketing político o comercial no basta un buen producto sino hay que también parecerlo. No basta un buen discurso con promesas interesantes, sino hacérselas llegar al elector en sus términos, o mejor dicho, en su lenguaje. Esta capacidad de “traducción” no la tienen algunos candidatos que aún siguen pensando en el elector 100% racional capaz de digerir cada uno de los puntos de las propuestas simplemente porque son consistentes, lógicas y estructuradas. En una era de la hiper-información y sobrecargada de candidatos/propuestas/mensajes lo estratégico es el enfoque. Guzmán usa la visión país como orquestador de su discurso y le permite organizar sus argumentos en torno a él: “en el Perú necesitamos administrar el éxito y no el centavo….etc”.
El Orquestador de Redes: Según la encuesta de GFK el crecimiento de Guzmán se da más entre gente que usa internet (+14.1 de Diciembre 2015 a Enero 2016) y en los últimos meses muchos analistas han sostenido que su campaña era básicamente producto de las redes. Desde nuestra perspectiva, Julio Guzmán no es propiamente el candidato de las redes sociales, es el candidato de la gente de estas masas empoderadas (las últimas encuestas así lo van confirmando: Guzmán atrae a los electores con mayor interés en la política), lo cual es una diferencia importante. La reflexión aquí no es sobre el impacto de las nuevas tecnologías en una elección, sino el empoderamiento que estás otorgan a las personas “de a pie” en torno a las propuestas políticas, comerciales o ideológicas. Las nuevas tecnologías le dan poder a la gente para transmitir sus opiniones y hacer llegar propuestas…no es la tecnología lo que importa sino la psicología social que conlleva. No se trata únicamente de las redes sociales, sino de las comunidades de personas comprometidas en torno a causas y dispuestas a defenderlas (porque si hay algo que hacen bien las rede sociales es difundir propuestas y hacer que escalen aquellas con mayor capacidad de influencia y capilaridad, es decir, la capacidad que tienen de rescatar frases, memes, imágenes y propuestas con alto nivel de aceptación como #SoyMujerYParoLaOlla). Sin duda, algunos candidatos usan mejor que otros las redes sociales. Para pasar de la conversación virtual a la real en calles y plazas no basta un discurso bonito y un par de frases inteligentes…sin duda hay que tener capacidad de convocatoria, institucionalidad política, voceros y referentes de la visión y sin duda mucho trabajo y sudor. Las redes sociales son un impulso para hacer llegar la voz pero no reemplaza el trabajo de pisar la calle y “sudar el jamón”. Así parece haberlo entendido Guzmán que ha empezado una estrategia más activa de visitar mercados, plazas, combis fuera de Lima. Veremos si esto le sigue dando resultados.
En conclusión: “No estamos ante masas ignorantes, sino colectivos de ignorados”
Necesitamos aterrizar. Los electores no somos de venus, ni los candidatos son de Marte. Los electores sin duda son bastante más que masas irracionales o volátiles en el sentido negativo que nos quieren hacer creer. Sin duda tienen algunos comportamientos irracionales o volátiles, apuestan a ganador, eligen personas más que propuestas, se dejan llevar por emociones y simpatías momentáneas…pero eso no los hace ignorantes, los hace reales, o mejor dicho, HUMANOS.
Hay que recordar que en el mundo REAL las personas son hechas de emoción y razón, y que hasta el día de hoy no es posible hablar de un “Homo Economicus” tomador de decisiones 100% racional capaz de establecer ratios de decisión por sumas ponderadas donde se valore estrictamente el atributo racional aislando a la emoción y dejando sin efecto el valor del instinto. La misma encuesta de GFK nos lo ilustra al mostrar que el 44% del electorado no iría a votar si la elección fuera voluntaria. Claramente no es una actitud racional el no querer comprometerse con los designios de un país ni asumir responsabilidad por quien nos gobierna, pero es REAL. La gente tiene sentimientos encontrados con la elección y candidatos y esto obedece a un intrincado número de razones.
Estamos en un contexto cultural latinoamericano. No estamos en la USA de Obama ni en la Francia de Hollande. A veces creo que nos falta pisar más la calle para sentir al ciudadano de a pie, el real, no necesariamente el que sale reflejado en las encuestas y cuyo rostro nos negamos a ver. La inconsistencia y volatilidad es un rasgo humano, no político. El que no lo pueda entender no ganará una elección política ni hará posible él éxito de una propuesta comercial.
Fuentes:
La irracionalidad del Consumidor. Anterior Post en el Blog Consumer Psyco https://blogs.gestion.pe/consumerpsyco/2015/09/tu-hijo-puede-ser-feo-igual-pasa-con-tu-marca-o-tu-marido.html
Comunidades que inspiran y no solo venden. Post en Blog Consumer Psyco https://blogs.gestion.pe/consumerpsyco/2015/09/una-comunidad-basada-en-insights-inspira-y-no-solo-vende-las-10-claves-de-la-conexion-emocional-con-audiencias.html