¿Por qué es tan importante mejorar los conocimientos financieros de los jóvenes peruanos?
Hace pocos días se dieron a conocer los resultados de la prueba PISA de educación financiera 2015. Nuestro país obtuvo la penúltima ubicación. El resultado no sorprende si tenemos en cuenta que es la primera evaluación sobre este tema. Más aún, si consideramos que las medidas para fomentar la educación financiera -sumamente valiosa para el sector educación- se vienen aplicando recientemente.
Estoy segura que si preguntamos a un joven promedio si le interesa aprender de educación financiera, lo más probable es que piense “qué aburrido” y no se interese por hacerlo. En ese sentido, lo primero que debemos lograr es que aquellos que no conocen sobre el tema se interesen por aprenderlo, de manera que puedan aprovechar los recursos existentes, que los hay y cada vez más interesantes. A esto se le llama sensibilizar. Un ejemplo importante es la miniserie web “Los Planes del El Ricky” del BCP, con 750 mil vistas en promedio por capítulo. Lo segundo es generar una plataforma interesante que busque educar y permita un aprendizaje práctico y directo. Una plataforma que me encanta es la de Bank of America.
Un estudio reciente, que desde mi área de Responsabilidad Social encargamos a IPSOS, arrojó lo siguiente (resultados extrapolables a Lima Metropolitana):
Es decir, si clasificamos a los jóvenes de entre 16 y 26 años en función de sus conocimientos financieros y su inserción al sistema, podemos apreciar que 1 de cada 3 está inmerso en él, pero probablemente utilizando de manera incorrecta los productos por desconocimiento o falta de comprensión. Si sumamos a los no bancarizados, llegamos a que 4 de cada 5 jóvenes está en riesgo de gestionar mal sus recursos económicos.
Pero más allá de saber qué significa una tasa de interés o conocer las ventajas de ahorrar, la educación financiera es clave porque te enseña a pensar estratégicamente para tomar mejores decisiones de vida: ayuda a priorizar y secuenciar, considerando los recursos que hay que gestionar detrás de cada objetivo. Eso en la práctica lleva a las personas a tener un comportamiento mejor pensado y más efectivo para sus propios intereses. Por ejemplo, los llamados “gastos hormigas”, que son aquellos pequeños consumos que se realizan diariamente como la compra de un café, podrían evitarse con la finalidad de alcanzar un plan futuro. Es decir, si en vez de comprar un café diario se lleva un termo con la bebida se podría usar ese dinero para un viaje. Por esta razón, es fundamental inculcar esta manera de actuar y analizar los planes y proyectos desde la edad escolar.
Felizmente, existen intervenciones exitosas que contribuyen a mejorar la educación financiera en los colegios peruanos. Una de ellas es Contigo en tus Finanzas en Aula, liderada por una empresa privada, pero cuyo modelo involucra una articulación público-privada que ha probado ser fundamental para la efectividad del modelo. Se inició en 2015 y ha capacitado a más de 400 docentes en educación financiera, ha llegado a más de 40 mil alumnos de secundaria de escuelas públicas y, según la evaluación que realizó el MINEDU, sólo en 2016, el incremento en los aprendizajes ha sido de entre 27 y 55 %, algo que resulta alentador y estratégico en el marco de la realidad mostrada por la prueba PISA y las metas que se ha trazado el ministerio. Ojalá esta y otras iniciativas efectivas se fortalezcan.