A ti, ¿Qué te mueve?
Como líderes necesitamos mantener un alto nivel de motivación, sin embargo es natural que aparezcan momentos de quiebre. Éstos suelen ser disparados, por ejemplo, por cambios organizacionales que nos sacan de nuestra zona de confort o con los que no estamos convencidos; por alta carga de trabajo y estrés de manera sostenida; por retos que no nos sentimos capaces de enfrentar y/o que nos exigen impulsar a nuestro equipo a dar la milla extra o por cuestionamientos personales sobre hacia dónde queremos llevar nuestra vida profesional, entre otros.
Ante estos contextos cambiantes, desafiantes y/o desgastantes, es clave que hagas una pausa para identificar cuáles son tus motivaciones intrínsecas y extrínsecas. Conocerlas te ayudará a recuperar y sostener una mentalidad positiva, darle sentido al momento que estás viviendo y transmitir la inspiración e impulso que necesita tu equipo.
¿Cómo las diferencio? Intrínseca o Extrínseca
La motivación extrínseca está situada fuera de ti y proviene de factores externos que tú valoras altamente. Usualmente está relacionada a lo que consideras recompensa y/o castigo que recibes del entorno. Por ejemplo, puede que disfrutes de palabras de reconocimiento público, de status por tu puesto de trabajo, tu sueldo o que actúes desde el miedo por perder el trabajo, por el rechazo, entre otros.
La motivación intrínseca viene de nuestro interior. Es una fuerza que nos impulsa a lograr las cosas aún en momentos difíciles encontrándole un sentido trascendente. Está relacionada con el significado que tienes de la vida, con tu historia y experiencias. Por ejemplo, ayudar a otras personas a desarrollarse, tener impacto social, crecimiento personal y/o marcar la diferencia en el mundo.
Hace algunas semanas, en uno de mis programas de Team Coaching, conocí a un equipo de líderes excepcionales que tiene un intenso ritmo de trabajo por la naturaleza de su rol. Ellos identificaron un común y potente motivador intrínseco: Sienten que a través de su liderazgo y cuando comparten su experiencia profesional y personal tienen el poder de impulsar el crecimiento de las personas de su equipo, impactando positivamente en su calidad de vida y la de sus familias, llegando a miles de personas. El entendimiento de ese rol los energiza para superar momentos de desgaste.
¿Cuál tipo de motivación es mejor?
Los expertos en liderazgo de la revista Harvard Business Review afirman que es de vital importancia entender primero qué es lo que te motiva y luego encontrar un equilibrio entre ambas. “Hay dos tipos de motivaciones: extrínsecas e intrínsecas. Aunque se resisten a admitirlo, muchos líderes se ven impulsados a medir su éxito con los parámetros del mundo exterior. Disfrutan del reconocimiento y el status que viene con promociones y recompensas financieras. Las motivaciones intrínsecas, por otro lado, se derivan de su sentido del significado de su vida”. La clave está en encontrar un equilibrio entre sus deseos de validación externa y las motivaciones intrínsecas que proporcionan la realización de su trabajo. La única manera de evitar quedar atrapado en el materialismo es entender dónde encuentra la felicidad y la realización”.
Si quieres utilizar la motivación intrínseca y extrínseca a tu favor, mi primera recomendación es que sin juzgarte y con honestidad, entiendas en profundidad cuál tipo de motivación tiende a ser predominante en ti, a fin de que puedas gestionarlas y buscar un equilibrio entre ambas.
Te dejo 5 preguntas que puedes hacerte para empezar en este proceso:
- ¿De qué te sientes orgulloso en tu vida?
- ¿En qué momentos sientes entusiasmo, alegría y/o esa sensación de que “puedes con todo”?
- ¿Qué consideras que es “No negociable” en tu vida?
- ¿A qué líder admiras? ¿Qué admiras de ese líder?
- Si no tuvieras necesidades económicas, ¿Qué estarías haciendo? ¿Te dedicarías al mismo trabajo?
Y a ti, ¿Qué te mueve?
Fuente: HBR
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