La situación económica de las instituciones financieras y de sus clientes se afectó en el último año. Además del entorno adverso ocasionado por la pandemia, más recientemente han tenido que afrontar una nueva norma que fija topes a las tasas de interés de los créditos.
Dicha regulación, aprobada por el anterior Congreso, está complicando bastante el acceso a financiamiento de algunos segmentos de la población, advirtió la jefa de la Superintendencia de Banca Seguros y AFP (SBS).
Socorro Heysen señaló que ahora es muy difícil que las entidades financieras, en particular las microfinancieras, ofrezcan productos para incluir a los grupos más vulnerables.
Poco viable
Así, con los límites a las tasas de interés se hace poco viable dar créditos grupales a mujeres de alta vulnerabilidad o entregar financiamiento que permita volver a incluir a deudores con un mal récord de pago, detalló en su presentación en el Seminario Internacional de Microfinanzas, organizado por la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (Fepcmac) y Caja Piura.
En las cajas municipales se podrían haber afectado los créditos pignoraticios y otros préstamos más específicos, como ‘paga diario’, sostuvo Fernando Ruiz-Caro, presidente de Fepcmac. “Si hubiera un ajuste más fuerte a las tasas podría afectar más”, dijo.
Muchos de los deudores que han tenido un periodo de problemas en sus pagos luego se recuperan y tienen derecho a una segunda oportunidad, pero con los topes a tasas es muy difícil que ese negocio pueda ser viable para las entidades financieras, dijo la superintendente.
Explicó que cuando hay elevada incertidumbre y alto riesgo para otorgar un primer préstamo a un cliente la tasa de interés es mayor. “Pero a medida que el cliente va siendo más conocido y muestra un buen comportamiento de pago esa tasa va bajando”, añadió.
Proceso
Para Heysen, el proceso de inclusión financiera, de generar un récord crediticio e ir bajando la tasa de interés, y de hacer que las entidades financieras compitan por el cliente se ha complicado mucho.
Destacó que las entidades microfinancieras, entre ellas las cajas municipales, cumplen un rol fundamental en la inclusión financiera.
Hoy, atienden a un tercio del total de deudores del sistema financiero. “Pero no solo eso, sino que la mitad de deudores que tienen son únicos, es decir, que no trabajan con otras entidades financieras. Son deudores que probablemente quedarían desatendidos si no fuera por la industria microfinanciera”, refirió Heysen.
Retos
Enfatizó que uno de los retos clave de las microfinancieras para los próximos meses y años es seguir fortaleciendo su patrimonio para poder enfrentar el posible deterioro de su cartera ‘parada’ que, a setiembre, equivale a 5.7% (S/ 2,153 millones) del total de créditos a mypes reprogramados.
La cartera ‘parada’ la conforman los créditos reprogramados que no se han pagado en los últimos seis meses y que la SBS considera que tienen alta probabilidad de convertirse en cartera atrasada, y, por tanto, en pérdidas.
Aumentar la inversión en tecnología para no perder el paso de la competencia es otro reto muy importante para las microfinancieras, afirmó la funcionaria.
Seis microfinancieras buscan fortalecimiento patrimonial
Tener una buena estrategia de fortalecimiento patrimonial seguirá siendo fundamental para la sostenibilidad futura de las microfinancieras, señaló Socorro Heysen, superintendente de la SBS.
Para algunas de esas instituciones su capitalización no solo es necesaria, sino también urgente, sostuvo.
Estas entidades tienen a su disposición un programa creado por el anterior Gobierno para el fortalecimiento patrimonial.
Heysen reveló que seis microfinancieras han dado los primeros pasos para acogerse al programa. Se trata de cuatro cajas municipales y dos microfinancieras privadas.
Para concretarse este apoyo del Estado tienen que cumplir con algunos requisitos.
La funcionaria estimó que antes de fin de año se definirían estas operaciones y no descartó que otras microfinancieras se sumen al programa de fortalecimiento que vence en marzo del 2022.
Morosidad repunta y tocaría pico en marzo
Las dificultades que enfrentaron los deudores de las microfinancieras por la pandemia empiezan a reflejarse en el aumento de las carteras de crédito atrasadas, a medida que vencen las reprogramaciones, refirió Socorro Heysen.
“Todavía falta reflejar parte del impacto”, consideró. En ese mismo sentido, Wilber Dongo, gerente central de negocios de Caja Arequipa, señaló que en las microfinancieras aún no se ha sincerado toda la pérdida proveniente de clientes con reprogramaciones cuyas cuotas no han pagado.
La mora promedio de 5.5% en las microfinancieras podría cerrar el año entre 6.5% y 7%, estimó. Pero en marzo llegaría a un nivel pico de entre 7.5% y 8%. “A partir de ahí vamos a tener una normalización y una cartera nueva que está dando resultados”, acotó.