El sistema financiero ha empezado a dar señales de mejora, pero aún debe enfrentar riesgos en la medida en que se mantenga la incertidumbre sobre la recuperación de la economía y se vayan revelando las pérdidas de los portafolios de créditos más afectados por la pandemia.
Así lo refiere el último informe de estabilidad del sistema financiero de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), que detalla que uno de esos riesgos está asociado al nivel de endeudamiento de las empresas.
Según el informe, la capacidad de pago de las empresas con ventas anuales por encima de S/ 20 millones ha disminuido durante la pandemia. Para el análisis la SBS considera cerca de 5,000 compañías.
Factores como una súbita alza del tipo de cambio, incremento de los costos de financiamiento, caída en las ventas o restricciones de oferta en el crédito podrían llevar al incumplimiento en empresas con un elevado nivel de endeudamiento, advierte la SBS.
El indicador de endeudamiento de las empresas usado es el de cobertura de gastos financieros (RCGF).
Honrar deudas
“Es simplemente un cociente entre los gastos financieros de las empresas y la utilidad operativa. Y responde a la pregunta de qué capacidad tienen las empresas a partir de los recursos que generan para honrar sus compromisos financieros”, explicó Renato Ravina, jefe del departamento de investigación económica de la SBS.
A junio del 2021 el saldo total de la deuda de las empresas analizadas sumó S/ 236,218 millones. De ese monto el 53% corresponde a créditos con entidades financieras locales, 43.4% a la emisión de bonos y 3.6% provino de préstamos de bancos extranjeros.
La mediana del índice de cobertura de gastos financieros para la muestra de empresas se redujo de 2.65 en el 2019 a 2.13 en el 2020, lo que refleja que la crisis económica generada por la pandemia afectó la capacidad de pago de este grupo de firmas, señala la SBS.
Las más golpeadas han sido las empresas corporativas no emisoras (no reportan sus estados financieros a la SMV) y las grandes empresas. La reducción de ese índice se da en todos los sectores económicos, siendo el más significativo el de compañías mineras.
Sin embargo, en todos los casos aún se mantienen por encima de 1, nivel por debajo del cual las compañías ya no son capaces de cubrir sus gastos financieros con las utilidades operativas que generan.
Estrés
En escenario de estrés, que supone alzas del tipo de cambio de hasta 20%, caída de la utilidad operativa de 10% e incremento de gastos financieros de 10%, el índice de la muestra de empresas se mantendría por encima de 1.
“En un contexto de recuperación económica se esperaría que el ratio más bien se vaya incrementando”, dijo Ravina.
Pero la SBS advierte que una menor inversión privada (por el deterioro de la confianza empresarial), la mayor inflación, el menor crecimiento de China, la pérdida de valor del sol frente al dólar y la subida de tasas de interés internacionales representan un riesgo para la mejora de la actividad económica del país en el 2022.
Nivel prepandemia
Excluyendo los programas de gobierno, los créditos mayoristas (corporativos y grandes empresas) vienen creciendo por encima de su nivel prepandemia desde mayo del 2021, según el informe de la SBS.
Si se incluyen los programas como Reactiva Perú, estos se expanden 10.6% anual a setiembre.
En cambio, los préstamos a mypes a setiembre del 2021 aún no alcanzan niveles de antes de la pandemia y comparados con febrero del 2020 disminuyen 2.4%.
Morosidad
El índice de morosidad del sistema financiero se ubicó en 4.01% a setiembre, siendo la cartera mype la más deteriorada, con un nivel de 7.6%, mientras que la mayorista muestra el mayor ritmo de deterioro.
Dólar llegaría S/ 4.25 en 2022 en escenario base de SBS
El sistema financiero se ha mantenido solvente y líquido a pesar del impacto provocado por la pandemia. Puesto que sus efectos sobre el sector podrían continuar en los próximos años, la SBS ha realizado ejercicios de estrés considerando distintos escenarios macroeconómicos.
En su escenario base, la SBS prevé que el dólar cerraría este año en S/ 4.10 y que llegaría a S/ 4.25 y S/ 4.50 en el 2022 y 2023, respectivamente. Asimismo, el próximo año, en una coyuntura de estrés, el billete verde podría subir a S/ 4.50 y si el estrés es muy severo treparía S/ 4.75 (ver tabla).
En todos los casos, incluso el de estrés severo, el sistema financiero en su conjunto seguiría resistiendo. Los colchones de provisiones y capital continúan siendo las principales líneas de defensa de las entidades financieras.