La tasa promedio de los créditos hipotecarios (hoy en 6.85% en moneda nacional) ya está por encima de la registrada en diciembre del 2020 (6.4%), a pesar de haber llegado en junio al mínimo histórico (5.87%). Lo más probable es que las tasas sigan subiendo y tiendan a su promedio histórico desde hace once años (8.3%), a pesar que aún se tienen niveles bastante por debajo, señaló el subgerente de Economía del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank. Mario Guerrero.
“No tenemos una proyección puntual, pero se espera una tendencia al alza desde el 2022 y una cercanía a su promedio histórico. En el 2023 ya es más probable que sean efectivos los niveles por encima del 8%.”, indicó.
Enrique Castellanos, docente de Economía de la Universidad del Pacífico (UP), señaló que es probable que las tasas regresen a registros similares a los de 10 años atrás, en un rango entre 8% y 9% para las tasas de créditos de soles.
“Hemos visto últimamente un régimen de tasas bajas, pero probablemente lo que se vea en el 2022 sean niveles afines a lo que se tenía por el 2010 o 2011″, manifestó.
Los factores que influirían en la tasa de los hipotecarios son los siguientes:
Aumento en la tasa de referencia del BCR
Según Guerrero la tasa de interés hipotecario se elevaría por el aumento en la tasa de referencia del Banco Central de Reserva (BCR) para controlar la inflación. No obstante, a pesar de su influencia, el efecto en las tasas de largo plazo es rezagado, por lo que sería más nítido en el siguiente año.
“El BCR ha empezado a aumentar sus tasas desde el mes de agosto y han sido aumentos recurrentes hasta diciembre (de 0.25% a 2.5%). En estos últimos seis meses, a la par de los aumentos de la tasa de política monetaria, la tasa promedio de los créditos hipotecarios ha subido en 100 puntos básicos, pasando de 5.87% en junio a 6.9% en la última lectura de diciembre. Son efectos rezagados que incluso pueden tomar más de un año, aunque por ahora ya se ha marcado una dirección (hacia arriba) en las tasas, que continuaría por lo menos en la primera mitad del 2022”, indicó.
Efecto en bonos: recorte de estímulos de la Fed y riesgo político
Debido a los plazos largos de los créditos hipotecarios, señaló Guerrero, lo que ocurra con las tasas de los bonos soberanos a 10 o más años marcarán su pauta de manera más inmediata. En ese sentido, al estar los bonos vinculados a las expectativas (y lo que suceda efectivamente) alrededor del tapering o recorte de estímulos monetarios por parte de Reserva Federal (Fed), los créditos hipotecarios lo estarían también (en este caso presionados al alza).
“Tanto las tasas de corto como de largo plazo están subiendo. La expectativa sobre el retiro de estímulos monetarios de EE.UU, que ha hecho que aumenten los rendimientos del bono de EE.UU., seguiría presionando al alza el próximo año a los bonos de largo plazo de economías emergentes como la peruana (las tasas de los bonos soberanos ya han venido aumentando a lo largo del 2021), los que finalmente son la referencia de los créditos hipotecarios. Entonces, conforme las instituciones financieras obtengan más financiamiento de largo plazo para financiar créditos hipotecarios, este será a un costo mayor y lo razonable sería que este sea trasladado en parte al cliente”, indicó.
Según Castellanos, los inversionistas tienen mayor reparo en dirigir recursos a la economía peruana, lo que repercute en el spread de los bonos peruanos y los libres de riesgo de la Fed.
“En general la percepción de Perú es más riesgosa, lo que aumenta el riesgo país, con ello el spread y por consiguiente las tasas de créditos de largo plazo”, indicó.
En el mismo sentido, Guerrero mencionó que el riesgo político impactaría a través de los bonos soberanos, el cual es el que más rápido en absorber el riesgo idiosincrático. “Además de las expectativas alrededor de la Fed, lo que ha pasado con los bonos soberanos y su aumento en tasas en lo va del año, también se explica por un factor político, pues genera cautela de los inversores respecto a Perú”, manifestó.
Percepción de default en préstamos
Según Castellanos, en relación a la incertidumbre en la economía y coyuntura política local, las entidades financieras estarían con una postura más conservadora con respecto a prestar sobre todo a largos plazos.
“La situación peruana es más riesgosa, por un lado, se evalúa el hecho de que no puedan pagar el préstamo y por otro, el que un gobierno populista ofrezca extensiones y prohíba a los bancos recobrar sus préstamos. Todo ello es incorporado finalmente en las tasas”, indicó.
Sobre la variante Ómicron
En caso de que la nueva variante tenga un efecto relevante en el tema sanitario, dijo el representante de Scotiabank, esto forzaría a los bancos centrales a moderar su retiro de estímulo monetario.
“En un escenario con un impacto importante de la variante los bancos subirían sus tasas de manera más lenta para evitar un golpe fuerte en la actividad económica. En ese sentido, las tasas de los hipotecarios no aumentarían tanto. No obstante, aún es muy pronto para poder tener alguna opinión concreta”, indicó.