La elección entre un crédito revolvente y un préstamo a cuotas fijas, sugiere una problemática usual entre muchos clientes que quieren optar por alguno de estas modalidades para realizar su consumo.
Anna Lenka Jáuregui, asesora de Finanzas Personales del ABC del BCP afirma que optar por el crédito revolvente puede ser la alternativa más conveniente, siempre que tengas la seguridad de poder pagar el total de tus compras a fin de mes.
Se debe tener en cuenta, según la representante del BCP, que el total de la deuda debe pagarse antes de la fecha límite, evitando así pagar intereses. Esto último se cumple sólo si no se tiene una deuda anterior.
“Es importante conocer los tiempos clave de la tarjeta. El día de cierre es la fecha en la que se genera el estado de cuenta y corresponde al último día del ciclo de facturación. Siempre se debe revisar la fecha límite de pago porque es el último día en el que debe cancelar la deuda del mes para estar al día con los pagos”, indicó.
Por su parte, Marcello Mundaca, gerente de Negocios de Comparabien sostiene que el consumo a través de un crédito revolvente debe estar dirigido a un pronto pago, pues esta modalidad mantiene un mayor interés que la de un préstamo a cuotas.
Opción por los préstamos a cuotas
Marcello Mundaca considera que los pagos en la modalidad de crédito revolvente no se deben dividir en más de tres cuotas (si los gastos son pequeños, debería ser en solo una cuota). Si este escenario sucede, es mejor optar por un préstamo a cuotas; sin embargo, esto también depende de los montos.
“En caso de consumos medianos (por ejemplo una televisión de S/1,500), está dentro de lo esperado que se pongan en un crédito revolvente a dos o tres cuotas como máximo. Sin embargo, para consumos de montos grandes, sería ideal incurrir en un préstamo personal a cuotas fijas”, señaló Mundaca.
Anna Lenka Jáuregui indicó que si se tiene certeza de que no se podrá pagar el total del consumo al finalizar el mes, el préstamo en cuotas es la opción que más conviene. En este caso, al acceder a este tipo de compra se pagará intereses por el dinero financiado, los cuales serán repartidos en las cuotas.
“Para determinar la cantidad de cuotas en la que dividirá la compra, debe tener en cuenta que a menor número de estas, acabará de pagar la deuda en menor tiempo y con menos intereses. Se debe ser consciente del monto que puede cancelar cada mes y elegir un número de cuotas de acuerdo con su posibilidad económica”, señaló Jáuregui
Problemas con el crédito revolvente
El peligro de tomar un crédito revolvente, según Mundaca, es sumar consumos distintos a distintos plazos (mayores a uno) y no llevar un control sobre ellos, pues puede traer como consecuencia el pago solo de la cuota mínima o menos de la cuota total en los meses siguientes, lo cual no reduce la deuda.
Posteriormente, si esta dinámica se prolonga, se puede llegar al punto de no pagar ni el monto mínimo. En este caso, menciona que sería conveniente pasar esta deuda a un crédito efectivo.
“Si el monto a pagar en tu tarjeta de crédito es alto, lo que se podría efectuar es la compra de deuda (por otro banco) a un plazo de 24 o 36 meses según convenga”, indicó.
Con respecto a ello, según indica Jáuregui, es común creer que conviene comprar con crédito en varias cuotas, ya que en cada mes se paga un monto más pequeño. No obstante es un error, porque cada mes se suman los intereses y, al final, la deuda es más grande, aunque sienta que paga menos.
Por ello, se debe elegir siempre el menor número de cuotas que pueda pagar. Es entonces que se debe analizar con cuidado el presupuesto y definir cuánto se puede pagar cada mes sin poner en riesgo otros gastos fijos (casa, alimentos, etc.).
- ¿Qué es un crédito revolvente?-
Un crédito revolvente, según BBVA, es una cantidad de dinero (línea de crédito) que un banco pone a disposición de un consumidor para efectuar compras. Esta linea de crédito se renueva al final de cada periodo.
El crédito revolvente puede o no tener una fecha específica de vencimiento y, por lo general, no tiene asociada una cuota a devolver mensualmente.
Un ejemplo de crédito revolvente es de las líneas de crédito personal (usualmente en las tarjetas de crédito). Además, los fondos de un crédito revolvente se pueden utilizar para, por ejemplo, pagos de un viaje o simplemente sufragar gastos comunes.
Los tipos de interés de un crédito revolvente pueden variar; por lo que es importante estar al tanto de los términos y condiciones del mismo.