La Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) ya se encuentra disponible para que los ciudadanos puedan retirarla. Esta nueva inyección de capital pone a pensar a más de uno sobre el mejor destino de este dinero.
En ese sentido, Joel Villanueva, country manager de Facturedo Perú, brinda algunas recomendaciones, teniendo siempre presente que lo mejor es diversificar nuestra inversión.
El experto señala cuatro opciones, considerando dos tipos de depósitos a plazo fijo, fondos mutuos y crowdfactoring, en un periodo de inversión corto; es decir, de hasta 180 días.
- Depósitos bancarios a plazo fijo. Según Villanueva, en el periodo señalado, los bancos ofrecen una rentabilidad entre 1% y 2%. Hay que tener en cuenta que a mayor monto y mayor plazo, mejores condiciones. Sin embargo, el dinero depositado se encontrará totalmente “congelado” durante el periodo de tiempo establecido.
- Depósitos en cajas a plazo fijo. Las cajas en nuestro país, ofrecen una rentabilidad que va entre 3% y 4%. La dinámica es muy similar a la de los bancos, por lo que el dinero depositado no podrá ser usado durante el rango de tiempo que dure el contrato de plazo fijo. Es importante verificar si la entidad elegida cuenta con un Fondo de Seguro de Depósitos.
- Fondos mutuos. Son aportes de personas naturales y jurídicas que se invierten en instrumentos y operaciones de carácter financiero. Aquí, la decisión de dónde invertir el dinero no la realiza usted, sino que se da acorde a la política del fondo mutuo que se elija. Lo mejor es ceñirse a los plazos de permanencia medios o largos, ya que el mercado es muy volátil y se podría “rescatar” el dinero en un mal periodo.
- Crowdfunding y crowdfactoring. Villanueva señala que el crowdfunding es un modelo de financiación colectivo en donde distintas personas de cualquier parte del mundo contribuyen con pequeños o grandes aportes financieras a un proyecto. Por su parte, el crowdfactoring es un modelo en el que los inversionistas prestan dinero a las empresas con la garantía de los derechos de cobro de las facturas que estas emiten a sus clientes más solventes. A cambio, los inversionistas reciben un interés por el dinero prestado.