Cuando el cliente financiero piensa que el banco es el único que lo puede proteger frente a los delincuentes y que él solo es un sujeto pasivo, entonces baja la guardia y puede ser víctima de robo de información, dijo Katia Peñaloza, jefa del Órgano Resolutivo de Procedimientos Sumarísimos.
En esta línea, detalló los cuatro tipos de fraude que ahora acechan más a los usuarios de tarjetas bancarias pues son los que tienen mayor incidencia entre las denuncias de los consumidores.
Primero, el cambiazo que usualmente sucede cuando el cliente acude al cajero automático y una persona amable, que también está disponiendo de efectivo, se le acerca para decirle que tiene problemas, señaló.
Repentinamente cambia las tarjetas y cuando el titular intenta retirar su dinero, la clave es errónea, por lo que luego de tres intentos retiene el plástico, refirió.
“Muchas veces el usuario no denuncia el caso porque piensa que su tarjeta la tiene el banco y no sabe que se la han cambiado e, incluso, conocen su clave pues él intentó usarla en el cajero”, advirtió.
Otra modalidad es el robo del cvv2 de una tarjeta de crédito, que se encuentra al reverso del plástico y es la clave de verificación para cualquier operación electrónica, expresó.
Hay establecimientos que no requieren la identificación del titular de la tarjeta ni la clave secreta si es una compra online, solo necesitan los 16 dígitos de la tarjeta, la fecha de vencimiento y el código, acotó.
“Lamentablemente, hemos visto casos muy tristes de operaciones que provienen del entorno del titular, fraudes de los mismos familiares o colegas del trabajo”, comentó.
En tercer lugar, mencionó, están los mensajes de alerta que indican una operación en trámite o el cobro de algún beneficio del gobierno.
Hay personas que reciben estos textos en su teléfono y, naturalmente, se asustan, pero una reacción equivocada es seguir el enlace indicado en el mensaje, añadió.
La especialista recomendó verificar el número de procedencia del texto, el cual no debe ser privado y, ante un caso similar, comunicarse inmediatamente con la central telefónica de su entidad financiera.
Si bien al ingresar al link algunos solicitan el registro de los datos de la tarjeta, otros pueden acceder a la información del titular con solo dar clic en el enlace, manifestó.
El cuarto fraude frecuente es el recojo de tarjetas, cuyo mecanismo se basa en llamar al titular de la tarjeta a fin de quitarle el interés por usarla y que opte por “devolverla” a un falso empleado del banco, señaló.
Hay clientes que tienen tarjetas pero no las han utilizado o las usan poco, entonces los delincuentes se comunican con ellos para advertirles el cobro de falsas comisiones, indicó.
En este caso también se sugiere comunicarse con el banco primero a fin de dar a conocer el supuesto retorno de la tarjeta, agregó.
Ante cualquiera de los cuatro escenarios, lo que debe hacer es comunicarse con la entidad financiera inmediatamente para el bloqueo y desafiliación, en caso de banca móvil. Luego, formular el reclamo y la denuncia policial correspondiente, aconsejó.