Los amplios efectos macroeconómicos de las actuales perturbaciones políticas y la sensibilidad negativa a la calificación soberana representan un riesgo para los bancos peruanos, advierte Fitch Ratings.
Un crecimiento de los créditos inferior al esperado y mayores cargos por deterioro de préstamos en medio de la incertidumbre política local afectaron los índices de rentabilidad en la mayoría de las entidades bancarias, detalla la calificadora.
Pese a ello, la posición de liquidez es firme y las fuentes de financiación estables y diversificadas, respaldadas en gran medida por depósitos, acota.
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Fitch sostiene que el crecimiento de la cartera crediticia fue muy bajo en el último año, por la contracción o baja expansión en el segmento comercial (empresas) debido a los vencimientos de los créditos Reactiva Perú y la lenta expansión económica del país, compensada por el avance de los préstamos minoristas.
“Lamentablemente, el ruido político que asedia al país ahuyenta las inversiones y evita que salgamos del impacto de la recesión; la poca confianza sobre una estabilidad pone a los tomadores de deuda en una disyuntiva y termina perjudicando las colocaciones de la banca”, afirma Ronald Casana, CEO de Equilibrium Financiero.
Inversión privada
Arturo García, catedrático de Finanzas de ESAN, refiere que si bien el sistema financiero se muestra sólido y altamente líquido, es innegable que los indicadores de rentabilidad y calidad de cartera de crédito (mora) de la banca han decaído.
La economía y política caminan de la mano, pero con un Poder Ejecutivo que no plantea reformas estructurales para la reactivación y un Congreso enfocado en liberar todo ahorro de largo plazo de los peruanos, no es posible una recuperación sostenida, manifestó.
En este reporte, Fitch concluye lo mismo que Standard & Poor’s respecto de que la incertidumbre política, así como la gestión del Gobierno y Congreso, afectan la estabilidad y confianza para la inversión privada, que ha caído en los últimos dos años, añadió.
El índice de préstamos morosos aumentó para los bancos analizados por la agencia calificadora en el 2023, lo que respondió a una combinación de menor actividad económica, préstamos vencidos relacionados con el programa Reactiva Perú, inflación y tasas de interés altas durante el primer semestre de dicho año.
Para este 2024, Fitch proyecta que la calidad de los activos se mantenga estable o registre un ligero deterioro.
Mayores provisiones
La agencia señala que la merma de la rentabilidad de la mayoría de entidades bancarias fue parcialmente compensada por el control de costos y la mejora en las comisiones netas.
El impacto de la recesión sobre la capacidad de pago de los deudores implicó un alza en las provisiones de la banca para cubrir la probabilidad de default, lo que derivó en una reducción en las ganancias netas de las instituciones y de su rentabilidad patrimonial, indica García.
“El negocio de la banca y demás entidades financieras es la colocación de un buen crédito, no es la cobranza o la ejecución de garantías. Si la coyuntura no permite un adecuado desempeño del financiamiento, tendrán que seguir provisionando y viendo afectados sus indicadores”, dice Casana.
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Nuevo pedido de vacancia
Los grandes proyectos no se realizan analizando solo dos meses de evolución económica, por lo que si el Perú no logra enlazar por lo menos cinco meses de recuperación y menor perturbación política, la dinámica de financiamiento podría ralentizarse aún más, sostiene.
El panorama que muestra Fitch solo reafirma el crecimiento económico esperado de 3% para este año, que podría ser mayor si los problemas políticos no siguieran frenando la inversión y creación de puestos de trabajo, añade.
Por su parte, García estima que la situación en la banca continuaría similar en el segundo trimestre, salvo que surjan eventos políticos extraordinarios que provoquen un mayor deterioro que el ya visto.
“Se habla incluso de un nuevo pedido de vacancia presidencial, noticias que perturban la recuperación de la confianza y la inversión privada; para nuestra buena suerte el desempeño del cobre ayuda a compensar parte de la inestabilidad”, complementa.
Bancos recalibran apetito por riesgo para sostener rentabilidad
Fitch espera que la rentabilidad de los bancos peruanos se sostenga en el 2024, pues continuarán recalibrando su apetito por riesgo para el crecimiento y reducirán la exposición a segmentos más riesgosos.
Refiere que el nivel de concentración del crédito por deudor es moderado en todos los grandes bancos peruanos, y las menores concentraciones por geografía, industria y producto también respaldan la diversificación de las carteras de préstamos de esas entidades.
Sin embargo, la clasificadora de riesgo cree que la calidad de los activos podría deteriorarse en el 2024, ante el comportamiento de los préstamos minoristas y comerciales, con una menor capacidad de pago en medio del altas tasas de interés e inflación acumulada.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.
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