Ante el actual contexto de aumento de tasas por parte del Banco Central de Reserva (BCR), las condiciones de financiamiento finalmente serán más rígidas en el sistema financiero. En ese sentido, ¿modalidades como la compra de deuda tendrán un gran despliegue en el 2022?
Según especialistas del banco BBVA, debido a la acelerada subida en los tipos de interés del BCR, se espera que la oferta de tasas para compra de deuda a clientes no sea tan “potente” como en el 2021.
En la misma línea, Miguel Robles, docente e Investigador de la Universidad del Pacífico (UP), espera que, con tasas más altas en el presente año, esta modalidad no sea tan atractiva para las entidades financieras.
“Si a esto se le suma que el crédito se ha vuelto un poco más caro por temas de riesgo país, no se ve que la compra de deuda esté en auge en el 2022, si no que, más bien, se va a mantener o estar a la baja”, precisó.
Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, indicó que la compra de deuda podría verse disminuida ante un nivel más alta de las tasas, pero que no implicaría que deje de ser ampliamente utilizada. Señaló que las entidades financieras estarían observando el flujo de pagos de los potenciales clientes para captar a los menos riesgosos, dándole un menor peso a la tasa.
“Los bancos estarán guiados a los clientes de los que se tenga amplio conocimiento en el sistema financiero y un buen historial crediticio en caso se quiera ofrecer la compra de deuda. Personas que haya cumplido sus obligaciones ante situaciones adversas son las que tendrán la primera opción de ser contactados para obtener una recompra”, afirmó el también docente de economía en la Universidad Continental.
Por su parte, el BBVA indicó que los bancos van a buscar atraer clientes de menor riesgo, por lo que, en el caso de compra de deudas, se van a enfocar en aquellos de buen perfil crediticio que requieran consolidar sus obligaciones.
Por otro lado, Odar señaló que se podrían ofrecer compras de deuda para aquellas personas que tengan créditos por vencer, pues sería un indicador de que el cliente ha logrado avanzar con sus pagos.
“En el contexto actual de incertidumbre y menor crecimiento, lo que podría suceder es que los bancos observen deudas que estén por vencer (a seis meses por ejemplo) y se les ofrezca una compra extendiendo el plazo y, con ello, un monto menor de cuota. Esto finalmente puede ser conveniente para la persona en caso quiera reducir su carga de la obligación en el corto plazo, y el banco tiene seguridad de financiar a un cliente que ha estado pagando hasta antes de la oferta de compra”, manifestó.
Tipos de crédito
Robles señaló que son las personas que necesitan consolidar deudas con tarjetas de crédito las que se verían más impactadas con un menor dinamismo de las compras de deuda.
En el mismo sentido, según Odar, son las compras de préstamos personales y de consumo en los que habría más impacto. “Los créditos hipotecarios son menos susceptibles a este esquema, pues sus tasas usualmente son menores que otros tipos de crédito. En ese segmento, es más difícil ver a entidades financieras otorgando una tasa más baja en general”, señaló.
Los representantes del BBVA señalaron, en concordancia con lo anterior, que las tarjetas de crédito es el producto donde se realizan más operaciones de compra de deuda, seguido de los préstamos de consumo. En el caso de hipotecarios, los volúmenes son mucho mayores pero con un número de operaciones bastante inferior.
Por el lado de las empresas, indicó Odar, las de menor tamaño podrían verse afectadas al no tener un historial crediticio suficientemente desarrollado, sin embargo, el efecto viene sobre todo por las personas naturales.
Dato
- El BCR recientemente subió su tasa de interés de política monetaria en 50 puntos básicos pasando de 2.5% a 3%.