Con la reciente publicación del decreto que permite la existencia de entidades financieras u oficinas 100% digitales, fintech locales y extranjeras buscarían entrar al nuevo marco bajo la supervisión de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
“Aún hay aspectos que sopesar, como la carga regulatoria o el monto de capital requerido, porque solamente permitir que se regulen no hará que las fintech pasen a ser bancos; hay algunas que lo estaría evaluando y otras que se sienten muy cómodas trabajando así”, dijo a Gestión Javier Salinas, director ejecutivo de Block4e.
Las fintech ofrecen créditos o una tarjeta de débito, mientras que los bancos tienen más productos como hipotecas, préstamos vehiculares o créditos corporativos, añadió.
Carga
Con estas consideraciones, estimó que un 25% de las 40 fintech de crédito que operan en el país, o hasta 10 de ellas, buscaría a operar bajo la regulación de la SBS.
Pero otro grupo está cómodo con una carga de cumplimiento actual, o compliance para la prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, tiene fuertes exigencias de ciberseguridad y están terminando de consolidar sus propios negocios, acotó.
Laure Schlesinger, cofundadora de Grupo Prestamype, coincidió en señalar que la norma incentivaría a que ciertas fintech se acerquen gradualmente a un ámbito regulado pues actualmente solo están registradas en la SBS como empresas de crédito.
“Cualquier cambio en la regulación que permita el ingreso de más actores al mercado financiero es positivo; lo bueno es que ahora tener una oficina física será una elección estratégica de las fintech y ya no una obligación”, enfatizó.
Extranjeras
Hoy, las entidades financieras bajo la regulación de la SBS tienen una carga regulatoria más pesada porque pueden captar ahorros del público, mientras que las fintech que no tienen esa capacidad, agregó.
Los especialistas estimaron que la norma impulsaría también a empresas digitales extranjeras a ofrecer financiamiento en el país sin necesidad de tener una agencia de atención presencial.
“Si bien las entidades extranjeras están mirando (países de) la región, todavía podrían considerarnos como un banco pequeño; sin embargo, conozco algunos emprendimientos de banca digital local que podrían acogerse a esta norma”, mencionó Salinas.
Productos más baratos
Sostuvo que la mayor competencia que generaría esta norma en el sistema financiero permitiría la oferta de productos más baratos, eficientes y modernos, mientras que el cliente tendrá menores costos, mayor disponibilidad, mejor experiencia de usuario y un lenguaje mucho más amigable.
Por ejemplo, el uso del token digital dinámico es algo que pudo hacer la banca, pero surgió de una fintech y luego algunas entidades financieras lo adoptaron, agregó el ejecutivo.