Si bien la actividad económica local se viene recuperando, los ingresos de muchas personas y empresas aún están por debajo de los niveles prepandemia, por lo cual éstas pueden enfrentar dificultades para cumplir con el pago de sus obligaciones financieras.
Reflejo de ello es el crecimiento que muestran los préstamos refinanciados del sistema financiero en el último año. Así, al cierre de julio del 2021 el saldo total de estos créditos en los bancos alcanzó los S/ 6,661.1 millones, según datos de la SBS.
Dicho monto representa una expansión de 45.2%, o de S/ 2,072.6 millones, con respecto a igual periodo del año pasado. Durante el 2020 las refinanciaciones ya se habían incrementado en 36.5%.
“Esos crecimientos están fuera de lo normal, fuera de los promedios de años anteriores, y muestran que los bancos están siendo bastante agresivos en las refinanciaciones”, sostuvo Jorge Olcese, asesor financiero en riesgo de crédito.
La refinanciación, al igual que la reprogramación, es un beneficio que otorgan las entidades financieras a los deudores con problemas de pago, pero para los casos en que los incumplimientos superan los 30 días.
En ese sentido implica cambios en las condiciones de los contratos de los créditos, ya sea en plazo, tasas de interés y/o cuotas. Pero también conlleva el deterioro de la calificación crediticia del deudor cuyo préstamo se refinancia, precisó Walter Rojas, gerente central de negocios de Caja Cusco.
Flexibilidad
Antes de entrar en conflicto con los clientes que han dejado de pagar sus créditos y pese a representar un mayor gasto en provisiones, los bancos y cajas están ofreciendo refinanciamientos a los deudores, incluso con condiciones más blandas, refirió Rojas.
Detalló que en un contexto donde todavía hay clientes que no han reactivado al 100% sus negocios o han sufrido una disminución de sus sueldos producto de la pandemia, la refinanciación de las deudas impagas se está haciendo sin tocar las tasas de interés y otorgando periodos de gracia.
Esos periodos de gracia pueden ser de uno o dos meses después, luego de la amortización de un porcentaje del saldo vencido, señaló Olcese. Indicó que algunas entidades financieras sí están reduciendo las tasas de interés para la refinanciación. Asimismo, se amplían los plazos de pago.
“Lo más importante es que la cuota (mensual) se alinee a la capacidad de pago del cliente”, apuntó Olcese.
Rojas estimó que entre los créditos refinanciados hay algunos que provienen de deudas reprogramadas que no se pagaron a tiempo. Para las entidades financieras es mejor brindar toda la ayuda antes de tener un préstamo vencido y llegar a un proceso de cobranza judicial, consideró
Para dar una refinanciación los bancos y cajas deben evaluar la voluntad y capacidad de pago del cliente. “Analizan su comportamiento de pago y su perspectiva, si ha sido un buen pagador, su capacidad de generar ingresos a futuro, el rubro de su negocio, entre otros”, dijo Olcese.
Tipo de préstamos
Los segmentos de créditos de los bancos con mayor participación en el saldo total refinanciados son las medianas empresas (32.5%), consumo (23.9%) y grandes empresas (21%). Luego le siguen los préstamos hipotecarios (13.4%) y a pequeñas empresas (7.3%).
En los últimos 12 meses el refinanciamiento se incrementó en mayor medida en los préstamos de consumo no revolventes (76.7%), los de grandes empresas (66.7%) y los de medianas empresas (52.6%).
En el caso de los créditos consumo se vincula a personas que han perdido su empleo o han visto reducidos sus ingresos. Entonces la banca ha refinanciado sus deudas, las ha consolidado en una sola, en cuotas, e incluso ha cancelado la tarjeta de crédito de estos deudores con problemas de pagos, refirió Olcese. “Esa me parece que es una buena práctica para evitar que las tarjetas se usen indebidamente”, opinó.
Continuará dinamismo en próximos seis meses
El dinamismo de la refinanciación continuará en los próximos meses, estimaron los expertos consultados. “Al menos seis meses más Los bancos van a seguir haciendo estas buenas prácticas para poder ayudar a los clientes que todavía no han generado empleo”, señaló Jorge Olcese, asesor financiero en riesgo de crédito.
Tanto para las entidades financieras como para los clientes es más conveniente que la deuda con atrasos se refinancie antes que se clasifique como vencida, enfatizó Walter Rojas, gerente central de negocios de Caja Cusco. Aunque es clave que en lo quede del año no se presente una situación adversa, añadió.
Las instituciones financieras con más liquidez van a estar más dispuestas a dar estas ayudas a los clientes, refirió Olcese. Así, también evitan que la competencia se los lleve, dijo el experto.