El mayor ritmo de castigo de créditos realizado por los bancos se ha mantenido prácticamente durante lo transcurrido del 2021, en línea con el deterioro de la capacidad de pago que han sufrido algunos deudores debido a la pandemia.
Así, al cierre de setiembre del 2021, la cartera de préstamos castigados alcanzó los S/ 5,849 millones, según datos de la SBS. Es decir que los bancos se deshicieron de préstamos incobrables por ese monto que ya es mayor a lo registrado en todo el 2019 (en 39.4%) y en todo el 2020 (68.7%).
Se trata de créditos considerados incobrables por los bancos y que están 100% provisionados, señaló Walter Leyva, profesor del posgrado de Esan. “Cuando un crédito recibe la calificación de pérdida está expedito para ser castigado”, añadió.
Jorge Olcese, experto en gestión de riesgo, indicó que el castigo procede para las deudas vencidas por más de 120 días y que para llevarlo a cabo las entidades financieras tienen que tener el visto bueno de la SBS.
Al castigar un crédito impago estos salen del balance del banco, indicó Leyva. Y al licuarse prácticamente permite reducir o moderar el incremento del ratio de morosidad, añadió Olcese. Así se mejora la foto de los resultados financieros.
En el 2021 la mora del sistema bancario disminuyó en la primera parte del año, pero ha retomado una tendencia al alza en el tercer trimestre (ver gráfico). A octubre este indicador se ubicó en 3.84%, nivel superior al de marzo del 2020 (3.15%).
Segmentos
La aceleración del ritmo de los castigos de este año estaría reflejando el mayor deterioro del riesgo de crédito de algunos clientes que tienen dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras, dijo Leyva.
Además, las áreas de recuperación de los bancos estarían concentrando sus esfuerzos de cobranza en préstamos que valen la pena. “Los que tienen atrasos de más de 120 días podrían distraer su atención”, apuntó Olcese.
El 75.6% de los créditos castigados corresponde al segmento de consumo, de acuerdo a las estadísticas de la SBS. Ese ha sido el tipo de financiamiento más golpeado por la crisis sanitaria, dijo Leyva.
“El incumplimiento se ha incrementado por las restricciones a la actividad económica, la falta de empleo y la disminución de los ingresos”, sostuvo Olcese. Probablemente con los retiros de fondos de las AFP y CTS las personas están optando por pagar otros préstamos, consideró.
El crédito a las pequeñas empresas mantiene la segunda mayor participación en la cartera total castigada por los bancos. “Ese es el segmento que más sufre cuando hay un ciclo económico negativo. Y es que en la mayoría de los casos son empresas que han sido microempresas y están tratando de levantar cabeza”, apuntó.
Repunte
Ambos expertos estimaron que en este último trimestre del año habría un repunte de los castigos por parte de las entidades financieras que quieren presentar una buena foto de sus balances.
“Es una práctica común en el sistema financiero realizar castigo hacia el cierre del año. El último trimestre los castigos se incrementan a fin de generar un indicador de mora más estable”, explicó Leyva.
Recordó que ninguna institución financiera otorga nuevos créditos a clientes que tienen deudas castigadas, sino que recién lo hacen cuando terminan de cancelarlas.
Baja precio para venta de carteras castigadas
Tras castigar una cartera de créditos, las entidades financieras proceden a rematar los bienes en garantía (si los hubiera) o la venden a casas de cobranza que buscarán recuperar sobre todo el capital, sostuvo Jorge Olcese, experto en riesgo de crédito.
Walter Leyva, profesor de posgrado de ESAN, refirió que esa venta se hace a un precio muy inferior al capital que se traslada a las empresas de cobranza. “Se hace a través un peritaje de la cartera, pero básicamente el precio encuentran entre 0.5% y 3% del valor del saldo del capital”, indicó. Antes las entidades financieras recibían, en promedio, 5%, pero hoy las expectativas de recuperación de eso créditos por parte de las casas de cobranza han disminuido, apuntó. “Son casos, por ejemplo, de desaparición del negocio, por lo cual va a ser muy difícil que el cliente pague”, dijo Leyva.
Las empresas de cobranzas ofrecen facilidades de pago a los deudores morosos, que incluso pueden implicar importantes descuentos de capital del crédito.