El consumo de carne de cerdo se triplicó en los últimos 12 años en Perú al pasar de tres a nueve kilos per cápita, según la Asociación Peruana de Porcicultores (Asoporci). Otro dato a tomar en consideración es que la carne de cerdo es demandada no solo por los mercados de abastos, restaurantes o industrias de embutidos, sino que nuevos sectores han duplicado su consumo tras la pandemia como los servicios de catering, por ejemplo, ante el aumento de los eventos sociales.
Ana Trelles Ponce, gerenta general de la asociación que agrupa a empresas dedicadas a la crianza, alimentación y comercialización de cerdos, detalló que si un inversionista o emprendedor está pensando iniciarse en la porcicultora, lo primero que deberá tomar en cuenta es buscar un espacio alejado de las zonas urbanas en la que pueda desarrollar la granja porcina.
El reglamento sanitario porcino del Senasa establece que dos granjas porcinas no pueden estar juntas dentro de una mismo zona, por el contrario tienen que estar a un kilómetro de distancia cada una. Así, si el emprendedor está dispuesto a desarrollar su granja en Cañete, por ejemplo, primero deberá averiguar en el municipio si es que hay otras granjas cercanas a la zona en la que desarrollará el negocio.
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Cuando este paso se cumple, la municipalidad -explicó a Gestión la ejecutiva de Asoporci- le da permiso para establecerse como zona de producción pecuaria. Posteriormente, se solicita al Senasa una inspección para que sus peritos verifiquen que la zona está autorizada para producción pecuaria, que cumple con la distancia de un kilómetro con otros granjas y si cuenta con los permisos municipales. Con todo ello, brinda la autorización para establecerse como granja porcina.
¿Cuánto es la inversión que demanda este negocio? La experta comentó que -dejando de lado el costo del terreno- la inversión inicial estimada es de US$ 5,000 por madre productora. “Si el empresario quiere comprar 1,000 madres productoras tendrá que invertir US$ 5 millones en promedio”.
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Normalmente se empieza con 100 a 50 madres productoras, que implica una inversión que podría llegar a los US$ 500,000 en caso de optarse por la adquisición de 100 madres productoras.
“Las granjas de los asociados generalmente son de 200 a 1,000 madres productoras. La más grande que tenemos en el país es de la empresa Redondos, que apostó por el cerdo y que tiene 20,000 madres productoras”, mencionó la representante del gremio de porcicultores.
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El retorno de la inversión es al año y 14 meses, tomando en cuenta que una marranita recién a los ocho meses puede estar disponible para ser servida o inseminada. De allí son casi cuatro meses de gestación (16 semanas). De una madre productora nacen entre 12 y 17 lechoncitos.
Todos estos lechoncitos son destetados a los 21 o 23 días y tras ello empieza el proceso de engorde, que toma cinco meses. “Esos lechoncitos que nacieron con un kilo y medio llegan a la planta de faenamiento (camal) con 100 a 110 kilos. Esa es una producción intensiva”, señaló. La rentabilidad promedio es de 6% a 10%.
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Una madre productora, cabe precisar, puede producir hasta 4,000 kilos de carne de cerdo año. “Si tengo 1,000 madres en producción quiere decir que se va a tener, aproximadamente, 12,000 cerdos para producción (comercialización) y al final del año se va a vender cerca de 3 millones de kilo de carne cerdo con esa granja”.
Un punto a añadir a la inversión es el costo que demanda la alimentación de estos animales, la que debe ser balanceada y que -actualmente- su valor está al alza. Estos se alimentan de maíz, soya, aditivos, afrecho y suero de leche para los lechoncitos.
Generalmente los empresarios que se dedican a esta actividad tienen una cartera de clientes a los que se les vende las carcasas de cerdo o se las ofrecen a plantas de embutidos, mayoristas de los mercados, restaurantes, entre otros.
Libre de peste porcina
En la víspera, el Senasa declaró a los departamentos de Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Loreto, Madre de Dios, Moquegua, Puno, San Martín, Tacna y Ucayali como zona libre de peste porcina.
Para el caso de Ayacucho, de manera parcial (excepto la provincia de Huanta y los distritos de Ayna, Tambo, San Miguel, Santa Rosa, Samuragui, Anchihuay y Anco de la provincia de La Mar) al igual que en el caso de Cusco (excepto los distritos de Pichari, Kimbiri, Villa Kintiarina y Villa Virgen de la provincia de La Convención).
Miguel Quevedo, jefe del Senasa, recordó a Gestión que la peste porcina es una enfermedad que puede generar la mortalidad del 90% de la población porcina en una granja. A la fecha, agregó que hay cerca de 600,000 productores dedicados a la porcicultura con cuatro millones de cerdos, de los cuales el 80% son pequeños productores.
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“Hace 10 años iniciamos un programa con el BID para controlar y erradicar la peste porcina. Como parte de ello, se llevó a cabo una vacunación intensiva en todas las regiones del país. Con el paso de los años, se han hecho estudios epidemiológicos y se ha podido determinar que en estas 11 regiones ya no está presente esta enfermedad. Por eso vamos a liberar la vacunación, con los cual los productores tendrán mayores condiciones para seguir produciendo cerdo”, puntualizó.
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A renglón seguido, afirmó que para acceder a mercados internacionales, la peste porcina era un impedimento para el ingreso del cerdo peruano al mercado internacional, así como la fiebre aftosa. En el caso de este enfermedad, en el Perú ya está erradicada, mientras que respecto a la peste porcina, para el Senasa se está en camino para su erradicación a nivel nacional, la que será posible “en los próximos años”.
Uno de los mercados con los cuales se está en conversaciones para el ingreso del cerdo peruano es China. Las mismas que continúan, ya que aún no hay fecha exacta para que esta se concrete. “Seguimos en negociación con China. Al último expediente que se ha presentado se va a añadir la declaratoria de libre de peste porcina de 11 regiones, lo que va a apuntalar el acceso a este mercado”.
Por su parte, Ana Trelles Ponce, de Asoporci, calificó como una buena noticia que se declare libre de peste porcina a 11 regiones. No obstante, opinó que el acuerdo entre Senasa y el BID debería continuar más allá del 2023 para erradicar completamente la presencia de este enfermedad a nivel nacional.
“Debería haber una tercera etapa de este proyecto tan importante entre el Senasa y el BID para que se declare libre de peste porcina otras regiones del país, hasta llegara a este meta a nivel nacional, como lo tienen otros países como Colombia, que es un país libre de la peste porcina”, arguyó.
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