Redacción Gestión

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El Economista de MéxicoRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

Ahorrar es guardar una parte de tus ingresos en el presente para destinarlos a una necesidad o deseo futuro que llamaremos meta; recomendamos que éstas sean alcanzables con base en tu situación (cuánto ganas, cuánto gastas y cuánto puedes ahorrar). Lo recomendable es que ahorres al menos 10% de tus ingresos netos (después de los impuestos).

Hagamos un ejercicio: imagina algo que quieras, cuyo precio no pudieras pagar hoy pero que con ahorro, disciplina y constancia lo pudieras conseguir en el tiempo que te propusieras. ¿Ya lo visualizaste? Muy bien, ése será la meta principal de tus ahorros (motivo 1), a la cuál destinarás gran parte de ese 10% de tus ingresos.

Ahora imagina que llevas varios meses, quizás años, ahorrando para conseguir tu meta principal y de repente surge una emergencia, puede ser desde un problema de salud hasta perder el empleo.

El punto es que necesitarás dinero para resolverla y si no estás listo para enfrentarla ¿de dónde crees que saldría el para superarla? En el mejor de los casos, de tus ahorros, lo que significa que tardarías más en alcanzar esa meta que te habías propuesto o comenzar nuevamente desde cero. En el peor de los casos, saldría de tus ingresos o no estarías listo para cubrirla, impactando tus finanzas diarias.

Esto lo podrías evitar creando un ahorro de reserva para emergencia (motivo 2). Piénsalo como una cubeta en la que guardarías cierta cantidad de dinero hasta llenarla y tenerla a la mano por si la necesitaras.

En caso de requerirla, contarías con la liquidez suficiente para enfrentar la emergencia y solamente deberías reponer esa cantidad de dinero para mantener tu reserva.El tamaño de la reserva dependerá de tus circunstancias, pero aconsejamos que es suficiente cuando puedes vivir seis meses de ella.

Una vez preparado para enfrentar emergencias y continuar con tu meta principal puedes buscar opciones para generar más dinero a partir de tus ahorros, lo cual también se conoce como inversión (motivo 3). es destinar hoy una parte de tus recursos a actividades o bienes con la esperanza de obtener un beneficio futuro. Es sembrar, esperando obtener una buena cosecha. La palabra clave es esperanza, pues existe la posibilidad de que el resultado no sea el deseado.

Por ello, recomendamos que solamente inviertas parte de tu ahorro, manteniendo intacta tu reserva de emergencia, y seas cuidadoso al evaluar el riesgo y beneficio posible de tus . Si resultan como esperabas obtendrías un beneficio adicional por tus ahorros y acortarías el tiempo propuesto para obtener tu meta principal.

Esperamos que estos motivos ayuden a darle sentido al por qué ahorrar y que así te sea más fácil alcanzar tus metas.

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