(Foto: Getty Images)
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La final masculina de 100 metros lisos en Londres 2012, en la que siete de los ocho velocistas completaron la carrera en menos de 10 segundos, fue una señal de lo que vendría.

La barrera de los 10 segundos fue quebrada por primera vez en 1968, pero hoy sigue siendo un gran logro para los velocistas, una insignia de honor que los distingue de sus compañeros, refiere un reporte de la BBC Mundo.

El número de corredores “sub-10” se ha disparado en los últimos años.

Según datos de World Athletics, el organismo rector del deporte, en las cuatro décadas entre 1968 y 2008, solo 67 atletas habían roto la barrera. Otros 70 se unirían al club en los diez años siguientes.

Y en los últimos dos años hasta principios de julio de 2021, 17 hombres más consiguieron sus primeras carreras “sub-10”.

La barrera equivalente de las mujeres, 11 segundos, también se está rompiendo con cada vez más frecuencia, pero ¿qué está pasando?

Científicos como Steve Haake, profesor de Ingeniería Deportiva en la Universidad Sheffield Hallam de Reino Unido, creen que es una combinación de factores que comienza con una participación cada vez mayor en eventos de pista en todo el mundo y el acceso a mejores métodos de entrenamiento.

En la actualidad, “más deportistas de todo el mundo se benefician del entrenamiento de élite y la ayuda de la ciencia y la tecnología del deporte para mejorar sus posibilidades de correr más rápido”, añade Haake.

La evidencia es que el club sub-10 se ha expandido más allá de potencias habituales como Estados Unidos y Jamaica y equipos como los de Gran Bretaña y Canadá, que han ganado al menos una medalla de oro olímpica en los 100 metros lisos masculinos.

La tecnología ha sido útil. Los velocistas actuales corren con calzados que son más livianos. Los últimos modelos pueden pesar menos de 150 gramos y están hechos con materiales radicalmente diferentes.

Un ejemplo es la colaboración entre el calzado alemán Puma y el equipo de Fórmula Uno Mercedes, que dio como resultado zapatillas de carrera con suelas de fibra de carbono, el mismo material que se utilizó para diseñar el coche del piloto multicampeón mundial Lewis Hamilton.

La ciencia también influyó en la nutrición y en el entrenamiento.

A los velocistas actuales se los puede analizar a fondo y hacer ajustes en la técnica y los tiempos de reacción.

Investigadores incluso identificaron qué músculos son más importantes para que los velocistas tengan éxito.

En octubre pasado, un equipo de científicos de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, una institución líder en estudios de ciencias del deporte, descubrió que el glúteo mayor (el músculo que forma las nalgas) es clave para que los atletas alcancen velocidades máximas en la pista.