En el circuito mundial de tenis, una guerra puede estar a punto de declararse. Una nueva empresa española, FoxTenn, intenta romper el monopolio de Hawk Eye (Ojo de Halcón), que equipa a casi todos los torneos con su tecnología para la asistencia en vídeo al arbitraje.
Desde hace más de diez años, el público y los tenistas se han acostumbrado a esos vídeos que, con animaciones 3D, siguen la trayectoria de una bola dudosa y determinan si ha entrado o no. Y desde hace una década, el Ojo de Halcón se ha impuesto como la apuesta tecnológica en el tenis.
Un detalle que no ha pasado desapercibido para FoxTenn, una empresa española especializada en innovación que nació hace cinco años.
El Ojo de Halcón realiza sus simulaciones de la trayectoria de la bola con una decena de cámaras situadas fuera de la pista y reconoce oficialmente un margen de error de 3 milímetros, un dato que ha intentado mejorar FoxTenn.
20% del circuito
"Nosotros somos los que ofrecemos la tecnología de la verdad, de la transparencia, con el impacto real de la bola en la pista", afirma el presidente de FoxTenn, Javier Simón.
El sistema FoxTenn ofrece efectivamente la foto de la bola en el momento del impacto gracias a unas cuarenta cámaras situadas en la pista, ayudadas "por escáneres/láseres que determinan exactamente lo que ha pasado", detalla Simón.
Una tecnología que un estudio certificado por la ATP, la WTA y la ITF (Federación Internacional de Tenis) ha juzgado con un '0' de error sistemático, el argumento que FoxTenn, que ofrece igualmente una gama de datos deportivos además del video, intenta hacer valer.
Según Javier Simón, "una treintena" de torneos de los circuitos masculino y femenino cuentan ahora con FoxTenn, lo que supone un 20% del total.
"Pero tenemos la ambición de equipar a todos los torneos", asegura. La prioridad serían los Masters 1000 y los Grand Slam, incluido Roland Garros con su tierra batida, donde pese a las marcas que dejan las bolas pueden producirse también errores arbitrajes.
"Podemos hacerlo en todos los casos", asegura Javier Simón.
El trabajo de FoxTenn puede dar frutos en unos meses.
El contrato de nueve torneos de categoría Masters 1000 que están equipados con el Ojo de Halcón llegará a su final y podrían dar el paso a ese competidor emergente.
El torneo de Marsella, ganado por el griego Stefanos Tsitsipas hace poco más de una semana, ha apostado por FoxTenn para dos años.
"Al principio me gustaba la idea de retar un poco al Ojo de Halcón, que estaba en una situación de monopolio. No podíamos discutir los precios. Ahora hay competencia. FoxTenn es más ligero para instalar, un poco menos caro y tenemos la imagen real, que es algo que está bien", explica Jean-François Caujolle, director del torneo marsellés.
Jugadores indiferentes
"Al principio no era lo bastante rápido, pero han progresado desde entonces y está muy bien. Eso va a obligar quizás al Ojo de Halcón a renovarse", estima Caujolle.
En lo que se refiere a los jugadores, este pulso parece no suscitar mucho interés.
Pocos conocen incluso la diferencia entre los dos sistemas. Preguntado por esta cuestión, el veterano suizo Roger Federer admitió que no sabía si había jugado algún torneo con la tecnología FoxTenn.
"No podría decirlo. Sabéis qué torneos he disputado, creo que no la utilizaban. ¿Si siempre ha sido con Ojo de Halcón? No podría decirlo", respondió el suizo recientemente en Dubái.
El francés Gaël Monfils sí conoce la diferencia entre los dos sistemas y estima que FoxTenn parece "un poco mejor ya que se ve la bola y la marca, es algo que marca la diferencia", aunque puntualiza que está ya "acostumbrado al Ojo de Halcón".