Los conciertos virtuales se presentaron como una opción para conservar principalmente el trabajo de los músicos que dejaron los escenarios durante la pandemia. Sin embargo, las productoras batallan todavía con un prejuicio del consumidor: que lo digital debe ser gratuito. En esta nota, los productores explican sus principales obstáculos para hacer este negocio rentable y las alternativas que surgen.
Inversión
Los conciertos digitales son mucho más costosos que los presenciales, indica Alex Atkins, productor de Digital Venue. Y añade, que en el primer show que hicieron con este formato, trabajaron alrededor de 80 personas.
Asimismo, Doris Espinoza, directora de Dea Promotora, menciona que la inversión crece debido al costo del alquiler del teatro o la locación a usarse, el equipo de sonido, las pantallas LED, las cámaras que graban en calidad 4k, la cantidad de técnicos que no solo trabajan en la producción en vivo, sino en la edición y la masterización.
“En los eventos se usan de dos a seis cámaras dependiendo si la producción es grande como la de Mar de Copas o son acústicos más íntimos”, explica Atkins.
Venta de entradas y auspicios
Por eso, en promedio, la entrada cuesta S/35 comenta Atkins. Y que una entrada es aprovechada hasta por cuatro personas, el número promedio que conforma una familia.
Para cubrir los costos de un concierto, se deben vender en promedio 1,000 entradas, comenta el ejecutivo. Ayuda por eso contar con auspiciadores. En su caso, Digital Venue cuenta con diez patrocinadores.
Dificultades por superar
Por su parte, Eva Ayllón, una de las artistas que es bien respaldada por el público tanto en la plataforma digital como presencial, vende en sus conciertos virtuales entre 5 mil y 8 mil entradas, sostiene Espinoza.
Sin embargo, enfatiza que todavía hay un grueso de público que se desanima de adquirir entradas por la dificultad de hacerlo por web. “Por eso las ticketeras están tratando de simplificar los pasos sobre todo para el público mayor”, agrega.
“El concierto digital lo comparan con ver un video por YouTube. Nos dimos cuenta de que debíamos llevar la experiencia a la casa y entonces ahora el artista ve al público a través de la pantalla, chatean e incluso marcas hacían promociones de delivery.
La otra alternativa de negocio
Los entrevistados coinciden que los conciertos virtuales no van a reemplazar a los eventos presenciales por no ser una alternativa de negocio muy rentable hasta el momento. En cambio, de acuerdo con Walther Alarcón, director de la organización Viva Perú y parte del proyecto Live Studio, los eventos corporativos son un buen paliativo y representan el 60% de los trabajos que realizan.
“Hemos invertido un millón de soles en infraestructura para el estudio de transmisión”, cuenta, pero los conciertos virtuales no son sostenibles para las productoras, “salvo uno de Eva Ayllón, Grupo 5 o Mar de Copas”.
Por eso, hacia fin de año están trabajando, por ejemplo, en el evento de una tienda por departamento que contrató a Deyvis Orosco.
Asimismo, Alarcón sostiene que el evento por el aniversario de Arequipa contó con 3 millones de vistas, cuando los espectáculos gratuitos suelen alcanzar solo las 20, 000.
Cifras y datos
Agenda. Digital Venue programó 15 conciertos virtuales este año, pero cinco de ellos podrían reprogramarse debido a la coyuntura.
Festival. Se anuncia el ApuFest, el primer festival virtual en Cusco. Contará con 100 asistentes presenciales y su fin es reactivar el turismo y la industria musical.
Consumidor. El ApuFest simpatiza con la tendencia ecológica. Por eso, los asistentes contarán con audífonos inalámbricos para evitar la contaminación sonora.