Para muchos, Qatar es sinónimo de calor sofocante pero los espectadores del Mundial de Fútbol (21 noviembre-18 diciembre) puede que tengan hasta algo de frío, en unos estadios equipados con un sistema de climatización de última generación que, según su responsable, está llamado a ser “la norma” en el futuro.
Saud Abdulaziz Abdul Ghani, apodado ‘Dr Cool’, ha trabajado durante 13 años para desarrollar esta tecnología, que estima “todo lo sostenible que resulta posible” y que debe, en su opinión, proteger a los jugadores de las lesiones, ayudar a cuidar el césped e incluso eliminar o reducir los olores corporales en las gradas.
En el verano local, el termómetro puede alcanzar los 50 grados en este pequeño Estado del Golfo. Esa fue una de las razones por las cuales su designación en el 2010 por la FIFA como sede de este evento generó polémica. Por ello se trasladó además el torneo de sus fechas habituales de disputa hasta noviembre y diciembre.
A pesar de que en esa parte final del año Qatar cuenta con temperaturas más clementes, de entre 19.5 y 29.5 grados centígrados de media en noviembre y de entre 15 y 24.1 en diciembre, siete de los ocho estadios del Mundial 2022 están climatizados en Qatar, uno de los principales países exportadores de gas.
Climatizar un estadio no es una novedad, pero los sistemas desarrollados por el ‘Dr Cool’ se estiman “un 40% más sostenibles que las técnicas ya existentes”, según los organizadores locales del Mundial 2022.
El profesor, originario de Sudán y formado académicamente en Reino Unido, estima que “en el futuro, por la seguridad de los jugadores, los estadios climatizados se convertirán en la norma”, especialmente pensando por ejemplo en el Mundial 2026 y en los países que deban disputarse durante ese torneo en Estados Unidos y México. Canadá, más al norte, es el otro anfitrión de esa competición.
A cielo abierto
¿Pero la idea es realmente pertinente desde un punto de vista ecológico? La climatización de los estadios está alimentada por paneles solares y se cuenta con “el mejor aislamiento térmico y los mejores sensores para utilizar la dosis justa de energía en cada zona, no se cometen excesos”, defiende el especialista de este sistema.
“No hay motivo para que no haya climatización en los estadios cuando hay calefacción en otros”, subraya Pierre Ferret, arquitecto del moderno estadio Pierre-Mauroy de Lille. “Depende también de cómo se climatice. Si se hace con gas o petróleo, entonces no es lo mejor. Con paneles fotovoltaicos es mejor”, señala.
“No dudo que la tecnología funcione”, confirma Russell Seymour, dirigente de BASIS, la asociación británica para un deporte sostenible. Seymour está preocupado sin embargo por el “mensaje vehiculado” por climatizar un recinto abierto.
En un momento en el que se piden ahorros de energía, pero “en oficinas, por ejemplo, la gente a menudo quiere abrir las ventanas para renovar el aire, pero tienen también puesto el aire acondicionado”, recuerda.
Para el Mundial, cada estadio es diferente y su climatización también lo es. En las gradas para 40,000 espectadores del estadio Al Janoub, que acogerá siete partidos, el profesor Saud describe un sistema inspirado en el coche Ford Mondeo, que estudió durante su doctorado.
También para centros comerciales
La forma plana del edificio impide la infiltración del viento y permite la formación de una burbuja de aire refrescado hasta alrededor de los 21 grados, deshumidificado y purificado, a través de pequeñas bocas para airear situadas bajo los asientos, así como otras más grandes colocadas junto al terreno de juego.
Ese aire forma “una capa de unos dos metros por encima de las tribunas, que baja, cruza el terreno de juego y vuelve a subir hacia las tribunas”, detalla el ingeniero.
“Luego se toma una parte del aire frío, se purifica y se enfría de nuevo (al contacto con un agua muy fría que circula por un circuito cerrado, como el sistema del radiador de enfriamiento de un coche) y después se le envía” hacia las gradas y hacia el terreno de juego, con una intensidad modulable en cada zona, según su exposición al sol, por ejemplo.
De esa forma, el estadio Al Janoub no necesita ser enfriado hasta dos horas antes de un partido y hasta su finalización.
El ‘Dr Cool’ invita a los expertos a acudir a verificar sus promesas ecológicas y asegura que esta tecnología no ha sido patentada, lo que la hace utilizable de manera gratuita por todos en todo momento, más allá de los estadios deportivos.
Ha sido por ejemplo puesto en funcionamiento en un centro comercial a cielo abierto en Doha y también en una granja del emirato.