Redacción Gestión

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La burguesía limeña escudriñada por la mirada de Julius, el niño entrañable que inmortalizó en su novela más emblemática, estaría más cerca que nunca de llegar al cine.

La responsable del proyecto, Rossana Díaz, es consciente del reto que supone la adaptación, sobre todo porque el lenguaje cinematográfico difiere del literario y, muchas veces, las expectativas de los lectores se asientan sobre escenas que recrearon interiormente.

La cineasta manifiesta que el foco estará en no perder el espíritu de la novela y en mantener el hilo de los conflictos del protagonista.

Al margen del relato cinematográfico, un desafío no menor estará en la reconstrucción del mundo de lujos en que está inmerso Julius (el palacio de la avenida Salaverry y sus suntuosidades); y en la elección del personaje.

La directora de "Viaje a Tombuctú" hizo el anuncio a través de Facebook.

Al detalleComo recuerda Rossana, con una primera versión ya lista del guión, se animó a buscar el acuerdo de derechos de autor con la agencia literaria Carmen Balcells. "Aunque Bryce tiene que ofrecer su autorización" reconoce "la decisión final es de la agencia".

El proceso es complejo. En función a lo acordado, la directora reservará los derechos de la novela durante un año por unos US$ 10 mil, lapso en que ningún otro podrá tentar igual condición; si no avanza según lo esperado, obtendrá la ampliación de la reserva por US$ 3 mil. "Es una lucha contra el tiempo", aclara Rossana, "no puede solicitarse la extensión en innumerables ocasiones".

Los no son otorgados de inmediato y, exigen un monto más alto que, generalmente, se paga antes de iniciar el rodaje. Su tenencia es tres veces mayor a la reserva.

Así que la cineasta apelará a distintas opciones para cubrir los montos de la ambiciosa cinta. Participará en el Concurso de Desarrollo de Proyectos de Largometraje del y en 2016 buscará financiamiento para la fase de producción mediante . Pero incluso si ganara ambos (cerca de US$ 8 mil y US$ 200 mil, en ese orden) no podría cubrir todos los costos.

Es ahí donde aparece la figura de la . La directora espera presentarse a Ibermedia una vez que decida con qué país se lanzará a su "segunda aventura cinematográfica". Por lo pronto un coproductor argentino y otro español ya se han mostrado interesados. Tampoco descarta recurrir a un auspicio.

Rossana Díaz espera, "en un escenario ideal, estrenar la cinta entre finales de 2017 e inicios de 2018".

LAS CLAVES

  • Proyección. De llevarse el Premio de Desarrollo, Rossana Díaz podrá cancelar la primera reserva de derechos y, en caso de destacar en la DAFO podría cubrir el monto que involucran los derechos de autor.
  • Cotizados. Narra que la cantidad que supone la obtención de los derechos de autor supera hasta diez veces la reserva de derechos. Los casos emblemáticos los representan los Nobel. Los derechos de Mario Vargas Llosa superan los US$ 150 mil; mientras que los de Gabriel García Márquez, US$ 250 mil.