El grupo L Brands estudia algunas alternativas estratégicas para la marca. Una de ellas es la venta total o parcial de Victoria’s Secret, según informó el diario Wall Street Journal. En paralelo, Leslie Wexner, propietario del grupo, se encuentra en conversaciones para abandonar su cargo de consejero delegado. “La empresa se ha disparado más de un 13% en bolsa, rozando su máximo en un año”, añade el portal Moda.es.
La cadena, que factura unos US$7.000 millones al año es aún la mayor de su sector. Pero la marca íntima vive una crisis debido a que no ha logrado conectar con las consumidoras más jóvenes. Asimismo, la competencia de minoristas en línea ha golpeado su negocio, según Business of Fashion (BoF).
Errores que se pagan ahora
El año pasado, el director de márketing de la compañía, Ed Razek, dejó su cargo después de declarar que en los desfiles de la marca no había lugar para las mujeres transexuales. Apenas unos meses después, la empresa anunció que cancelaba su desfile, que se había convertido en la principal arma de márketing de la marca desde que comenzó a celebrarse en 1995.
¿La mejor decisión?
Durante las últimas décadas, el empresario Leslie Wexner vendió varias de las marcas de moda pero conservó Victoria’s Secret. En 2018, L Brands echó el cierre a Henri Bendel y vendió La Senza para enfocar su negocio en la cadena de prendas íntimas y en Bath&Body Works.
“Una nueva perspectiva probablemente sería positiva para ‘enderezar el barco’”, dijeron los analistas de Jefferies en una nota que recoge BoF. Los analistas advirtieron que se está sobrevalorando la unidad Bath & Body Works y subestimando los desafíos para Victoria’s Secret.
Victoria’s Secret cerró el ejercicio 2018 (finalizado en febrero de este año), con una facturación de US$7,375 millones , en plano respecto al año anterior. En 2017, el negocio de la cadena había descendido un 5%. Las ventas comparables, por su parte, cayeron un 8% en 2017 y un 2% en 2018.