Redacción Gestión

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Las críticas a la educación peruana abundan en la opinión pública. No es una percepción errónea, ya que hay datos que lo demuestran. "Somos el país, después de Haití, con la peor educación en Latinoamérica. Somos el principal país en desarrollo económico, de las artes y de la comida, pero en cuanto educación, somos el peor", indica Mauricio Aguinaga, gerente del Movimiento Liderazgo Educativo (MOLE) de . Una afirmación pesimista, pero que representa una necesidad básica donde este proyecto encuentra su razón de ser.

"Lo que hacemos es empoderar", dijo Aguinaga, "y a través del joven líder, empoderamos al niño para que puedan emprender algo nuevo que genere un valor agregado a la construcción de una mejor educación". En el 2010, 26 jóvenes líderes formaron parte del proyecto enseñando en 10 escuelas de la región Callao.

Al año siguiente, el número de participantes aumentó a 35 profesionales y recién egresados de que ejercieron la docencia en Lima, Callao y Arequipa. Hasta el momento, la labor de EnseñaPerú se ha extendido también a Cajamarca.

EnfoqueLos jóvenes profesionales que ingresan al programa, luego de un exigente proceso de selección, tienen como objetivo transformar la vida de sus alumnos. Para esto, el proyecto se basa en el modelo "Enseñar es Liderar". El primer componente, aprendizaje, cubre las estrategias que permitirán a los alumnos entender el contenido de sus cursos; el afecto responde al vínculo emocional que se desarrolla con el alumno y, finalmente, el acceso ofrece una realidad de oportunidades muchas veces negada a estos niños.

La experiencia de Pepe Revilla, egresado de Economía de la Universidad del Pacífico, dice mucho sobre el impacto de este modelo. En Arequipa, él tuvo un alumno que tenía afinidad por los cohetes. "Pepe lo impulsó a que construyera un cohete hidráulico y postuló al Concurso Nacional de Innovaciones, fue el ganador y esto lo llevó a Australia, al Concurso Mundial de Proyectos Hidráulicos", contó Aguinaga.

BeneficiosEs claro que el educando se beneficia del aporte académico que el profesional brinda en el aula, pero ¿cómo se beneficia éste de la experiencia docente? "Enseñar les da tolerancia a la frustración, mayor perseverancia, la capacidad de comunicarse a cualquier nivel; empatía, porque en los colegios públicos tienes que saber relacionarte con alumnos, profesores, directores y padres de familia", señala Aguinaga. Asimismo, la gran adaptabilidad al cambio es tal vez uno de los beneficios más importantes que el profesional recibirá.

El seleccionado recibe el entrenamiento necesario para su óptimo desempeño en el programa y su participación es remunerada. La apertura, adaptabilidad y perseverancia son algunas de las caracerísticas que buscan en los postulantes. "Nos afrontamos a un reto sumamente difícil. Si alguien no tiene una perseverancia y tolerancia muy fuerte, no va a poder haber un cambio constante", finalizó.