1 / 6 FOTO 1 | No te sientes motivado. Un emprendedor no necesita de un jefe que le dé ordenes. Es importante tener la habilidad de resolver sus propios problemas y completar sus tareas con el mejor ánimo
2 / 6 FOTO 2 | No has establecido la base. Un emprendimiento no rinde frutos en un corto plazo, y es importante sobrevivir durante el proceso. Es clave tener un fondo de ahorros que te permita establecer una sólida base financiera.
3 / 6 FOTO 3 | No puedes con la presión. Liderar un emprendimiento es estresante. Mantener la compañía a flote es un arte macabro que pocos dominan. Si no puedes lidiar con la presión enorme que significa dirigir un negocio, esto no es para ti.
4 / 6 FOTO 4 | No hay suficiente investigación. Parece obvio, pero es necesario saber qué estás haciendo antes de comenzar. No basta c
5 / 6 FOTO 5 | No sientes pasión por tu empresa. Si bien es cierto uno no come de pasión, este aditivo funciona como el combustible perfecto para mantener a flote la compañía.
6 / 6 FOTO 6 | No aplicas la estrategia correcta. Muchos emprendedores copian modelos exitosos y lo aplican a su negocio, pero no a todos les funciona. Conoce a la perfección tu empresa y dale el modelo que necesita, no el que parezca más "bonito".
Fotos. Emprender no es tarea fácil. Muchos renuncian a sus trabajos, empeñan hasta el pellejo y sacrifican tanto para no llegar a buen puerto. ¿Qué sucede, entonces?
El portal Entrepreneur asegura que no todos estamos listos para liderar una startup. El camino es sinuoso, y existen señales que pueden indicarte que no lo estás recorriendo correctamente.
De hecho, son estos los seis indicadores que te indicarán si naciste para emprender o no.
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