En el ambiente circense la espectacularidad es siempre perenne: acróbatas que despliegan sus cuerpos en el aire, equilibristas que se entregan a peripecias temerarias y trapecistas con saltos que arrebatan el aliento. Cada proeza, sin embargo, supone un riesgo y no solamente en escena.
Andrea La Rosa, representante de Prodartes, es la figura más visible detrás del Gran Circo de Rusia y de otros espectáculos culturales internacionales cuyas presentaciones ha conseguido expandir a provincias.
Por temporada la empresa peruana suele presentar de cuatro a cinco eventos, de los cuales el show circense puede llegar a ser el más costoso.
Hazaña detrás del telón
Según la empresaria, en estos casos, tanto la logística como los honorarios de los artistas pueden llevarse la mayor parte de la inversión. Pues en eventos como el Gran Circo de Rusia los profesionales en escena alcanzan los 50.
Con lo cual el caché de los artistas es un elemento de peso. “El Gran Circo de Rusia es el único proyecto que le paga a todos sus artistas por función, no por temporada, aunque algunos solo se presenten para hacer un único acto”.
La Rosa detalla que para el show de este año seis de los 50 artistas saldrán en escena para presentar un solo acto, pero se les abonará como si hubiesen ejecutado la función completa. De esta manera, solo el costo de artistas por función bordea los US$ 10,000, monto que se multiplica por el total de funciones de temporada, que pueden ascender a 70.
A lo que cabe añadir el pago de regalías, en este caso, a las tres compañías circenses involucradas.
El espacio es asimismo otro aspecto a considerar por los costos que supone, más aún en una plaza con escasez de locaciones. Son alrededor de 15,000 metros cuadrados los que se abarcarán para el espectáculo circense, de los cuales más de la mitad lo ocupará el montaje en carpa.
Solo el alquiler del terreno asciende a unos US$ 140,000, además del pago por derecho de uso de piso que el municipio de Surco valúa en S/ 3.10 por metro cuadrado.
La Rosa explica que en un rubro donde no hay asomo de auspiciadores los riesgos se magnifican. Con ello, sin el respaldo de una alianza sólida con marcas, la taquilla es prácticamente la única fuente que puede generar rentabilidad: la expectativa por esto es alcanzar una audiencia de 40,000 personas solo en Lima. Circus on Ice, de su lado, asume costos similares.
El otro escenario
Por su parte, los espectáculos de danzas folclóricas, artes escénicas o ballet pueden ser menos costosos, sin embargo la barrera está hacerle frente a espacios con aforos limitados y pocas funciones para cubrir los montos.
La Rosa cuenta que para esto se hace preciso auditorios con capacidad para más de 1,000 personas. Un aspecto que se dificulta a la hora de llevar los números a provincias, donde los espacios más amplios cuentan con pocos cientos de butacas. Solo uno de los más amplios, el Teatro Municipal de Arequipa, alberga apenas 900.
EN CORTO
Programa. “Volaré” es el nuevo espectáculo que presentará El Gran Circo de Rusia desde el 12 de julio al 26 de agosto junto al Jockey Club. Dados los aspectos que demanda, Andrea La Rosa explica que un evento de esta naturaleza puede llegar a ser más costoso que un concierto de medianas dimensiones. En estos casos, la ausencia de sponsors conduce poner la mira en la taquilla.