Este 23 de julio comienzan los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el evento deportivo que tuvo que ser pospuesto debido a la pandemia del covid-19. En total, 35 atletas peruanos pisarán suelo japonés para competir en nombre del país.
Más allá de la preparación técnica que han tenido los deportistas en este tiempo, ¿qué tan importante es la parte mental y qué papel juegan las emociones al afrontar lo que es probablemente una de las competiciones más importantes para estos jugadores?
A propósito, conversamos con la coach deportiva Jessica Galdós, quien acompañará a cinco representantes peruanos a Tokio.
Trabajo en conjunto
Ángelo Caro (skate), Ariana Orrego (gimnasia), Nicolás Pacheco (tiro), Jovana de la Cruz (maratón) y Efraín Sotacuro (paraatletismo) tienen algo en común: son de los pocos atletas peruanos que contarán con un coach deportivo en Tokio.
Galdós trabaja con cada uno de estos atletas desde hace un tiempo. En algunos casos, la relación llega hasta los cinco años. Por eso, la experta ha viajado junto a los deportistas para continuar con su trabajo durante la competencia.
“En el Perú el coaching deportivo es nuevo. He tenido la suerte de ir a otras competiciones y veo que cada delegación tiene un equipo multidisciplinario: un entrenador, un preparador físico, un psicólogo y un coach deportivo”, comenta Galdós.
Aún existe cierta polémica sobre la función que tiene un coach en comparación con un psicólogo deportivo. Según Galdós, los lineamientos del IPD, por ejemplo, no contemplan el trabajo de los coaches, pero sí de los psicólogos.
Sin embargo, Galdós sostiene que ambos trabajos se complementan. “Uno no es excluyente del otro. Tal vez los psicólogos se han visto amenazados con el coaching, pero ambos aportamos desde nuestro conocimiento a que los atletas logren sus objetivos”, apunta. Como ejemplo, pone el caso de la selección peruana o de equipos como el Real Madrid, que cuentan con ambos profesionales como parte de su preparación.
“El coaching deportivo es una metodología efectiva, es acción, se trata de motivar al deportista dándole rutinas, generando hábitos nuevos para que saque todo su potencial y se conozca”, explica.
Método
“Para mí, la parte mental durante una competencia de alto rendimiento representa el 80%”, indica Galdós, que tiene experiencia trabajando con equipos deportivos y de manera individual desde el 2014.
“Lo más importante en una sesión de coaching es tener la empatía para llegar al atleta. Si el atleta no confía y no genera una relación de confianza, no se puede realizar un trabajo”, cuenta.
Los trabajos, en épocas de preparación, se realizan una vez por semana. Usualmente es el consultorio, pero también el coach puede acompañar al deportista en las sesiones de entrenamiento.
En casos como las olimpiadas, la coach manifiesta que los atletas llegan con mucha expectativa. “Pero a veces la expectativa reduce la efectividad. Además, la responsabilidad de representar al país les pesa en algunos casos”, asegura. “Se trabaja con ellos la importancia de entrenar a conciencia. Cuando uno lo hace de esa forma, la competencia será el reflejo del entrenamiento”.
Asimismo, el enfoque también está en el manejo de los pensamientos negativos. “Eso es parte de nuestra vida, pero en vez de molestarnos porque aparecen, hay que dejarlos pasar como si fuera una nube negra. Por eso es clave tener un entrenamiento mental que se trabaje todos los días”, detalla.
EN CORTO
Delegación. El Perú asiste a Japón con la cuarta delegación más numerosa en 120 años de participación olímpica.
Así, por ejemplo, se conoce que en Berlín 1936 hubo 40 participantes, entre los que estaban incluidos la delegación de fútbol; le sigue en la lista Londres 1948, con 41 deportistas y finalmente Los Ángeles 1984, con 35 compatriotas.