César Antúnez de Mayolo, docente de Universidad del Pacífico Business School
Desde hace un tiempo, el gerente de recursos humanos de su empresa proponía la alternativa del ‘home office’ (trabajo desde casa) como una alternativa para mejorar el balance entre el trabajo y la familia en algunos colaboradores.
Sin embargo, nunca se hizo una evaluación profunda sobre la conveniencia o no de optar por esa práctica. Siempre había otros proyectos e iniciativas de negocio “más importantes” a evaluar. Además, consideraban que su organización aún no estaba preparada para el trabajo a distancia.
De pronto llegó la crisis del Covid-19 y el D. S. Nº026-2020 lo puso en cuarentena a usted y a más de 30 millones de peruanos de manera súbita y forzosa. La medida no dio tiempo para organizarse.
Ahora necesita asegurar una mínima continuidad del negocio sin posibilidad de operación presencial por un plazo de 15 días.
¿Cómo implementar el home office con eficacia? ¿Se puede trabajar en equipo a pesar de una exclusión social forzosa? ¿Cómo hacer para que la gente se sienta útil y productiva?
Lejanías que ahorran
El concepto ‘home office’, también conocido como ‘flexible office’, ‘teleworking’ o ‘telecommuting’, se empezó a usar en EE.UU. en la década del 90. Este describe el acuerdo entre un empleador y el trabajador para que este desarrolle sus actividades laborales desde un lugar distinto al usual.
La modalidad no solo beneficia a la empresa, pues se libera de habilitar permanentemente un puesto de trabajo. También representa un gran ahorro para el colaborador en tiempos de traslado, generalmente durante horas de congestión vehicular.
Productividad a distancia
Diversos estudios concluyen que aquellos empleados que empiezan a trabajar bajo la modalidad de ‘home office’ mejoran su productividad. Son capaces de concentrarse más, pues escapan del ruido de la oficina.
Asimismo, se anulan las conversaciones espontáneas que se dan cotidianamente con colegas, muchas veces sobre temas ajenos al trabajo. Efectos del aislamiento
Si bien son muchas las ventajas de laborar a distancia, lo que un trabajador empieza a extrañar es la interacción social con sus compañeros. Pues no solo ayuda a coordinar rápidamente, sino también a construir relaciones.
“Si no cuenta con estándares corporativos para reuniones a distancia, use herramientas como Google Suite o Microsoft Team ”.
Cuando no ve ni escucha a sus colegas por un largo periodo de tiempo, puede sentirse menos comprometido hacia su equipo y la empresa.
¿Cómo mantener las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo en esta coyuntura? Si a un directivo no le importó su personal en condiciones normales, la distancia lo alejará aún más. De lo contrario, esta medida no debería cambiarlo.
En momentos de crisis como esta, un buen jefe debe de ser el primero en dar el ejemplo. No solo adaptándose a las nuevas formas de trabajo, sino también al mostrar entusiasmo y disponibilidad para apoyar a su equipo.