Los dos últimos años han representado un reto constante para la convencionalidad de gran parte de las estructuras organizacionales.
Aunque son muchas las tendencias que influyen y seguirán influyendo en el futuro del trabajo, para Pilar Quinteros, gerente senior de Consultoría de EY Perú, ya estamos experimentando una nueva forma de trabajar.
“Las macrotendencias que nos dan las luces sobre el tema en el país son tres: la flexibilidad, los nuevos roles en la cultura organizacional y la tecnología”, sostiene.
Tecnología y flexibilidad
La flexibilidad laboral les da a los trabajadores la posibilidad de elegir algunas características de sus puestos, como ajustes en el horario o los días de teletrabajo.
Según el estudio, la tendencia mundial y local lleva a los equipos a trabajar de forma remota dos o tres días a la semana en la implementación de un modelo híbrido.
Esta tendencia se ha vuelto tan valorada por los trabajadores que puede ser decisiva a la hora de aceptar una oferta laboral o mantener un puesto de trabajo.
Por otro lado, la tecnología al inicio de la pandemia estaba al servicio de lo funcional, pero ahora está al servicio de mejorar la experiencia del trabajador.
“La tecnología ya no es solo una pieza fundamental para el crecimiento de la empresa y potenciar la productividad de los equipos, sino que construye nuevos espacios de interacción y colaboración”, añade Quinteros.
Un nuevo mercado laboral
Es innegable el impacto que ha tenido la virtualidad sobre el empoderamiento de los trabajadores.
Dentro de un escenario tan impredecible como retador, el término “accountability” se posicionó como uno de los valores más importantes dentro de las organizaciones.
Aunque no tiene una traducción acuñada, el término se refiere a la responsabilidad personal de cada individuo respecto a sus acciones y resultados obtenidos.
El trabajo remoto propició que los jefes confiaran más en sus colaboradores, que empezaron a trabajar sin supervisión cercana.
“Hoy tenemos a trabajadores con ímpetu de seguir desarrollándose, y con ello en mente las empresas generan nuevos roles”, declara Quinteros.
Estos puestos de trabajo están relacionados con los tres elementos fundamentales de la transformación: la agilidad, la tecnología y las personas.
Equilibro de poderes
El estudio también identifica que se ha dado un cambio importante en el equilibrio de poder a favor de los empleados.
“En el mercado laboral que regía antes era evidente que la determinación de la empresa era la fuerza mayor, pero ahora tenemos un mayor equilibrio porque son los colaboradores quienes analizan dónde quieren estar y esto depende del factor humano”, sentencia.
Elementos como el liderazgo del jefe, el clima laboral y el aprendizaje siempre han tenido peso en las decisiones de los colaboradores, pero tras un momento histórico como la pandemia es el lado humano el que ha tomado más fuerza.