Arte
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No dirigen los montajes teatrales, tampoco encarnan a los más insondables personajes, pero sí son responsables de la zozobra, la incertidumbre o la hilaridad que producen las piezas en que se involucran. La tensión dramática al igual que el sino de los seres ficticios son producto de su ingenio, de su dramaturgia.

Hoy el teatro nacional no adolece de guiones propios: mientras los espacios se decantan poco a poco por adaptar nuevos textos locales (Gestión 06.02.2018), cada vez más autores jóvenes se encargan de ofrecer propuestas disruptivas, experimentales, no convencionales.

Recientemente siete jóvenes dramaturgos fueron seleccionados por el Royal Court Theatre de Londres y Gestión dialogó con tres de ellos.
¿Cómo observan el estado de la dramaturgia peruana?, ¿hay oportunidades para que sus guiones no queden olvidados en el papel y, por lo contrario, invadan las tablas?

César Vera

César Vera
César Vera

“Más que de dramaturgia, adolecemos de gestión de públicos”. El autor y docente de la Universidad de Lima enfatiza que el gran desafío es el de promover el consumo para impulsar la oferta: concretar un montaje aún es un proceso que atraviesa más obstáculos que facilidades. “Hoy hay muchos concursos de dramaturgia, pero pocos que faciliten la producción”. Precisa que los premios no necesariamente acarrean la producción ni garantizan el espacio. Bajo ese contexto, parte de la labor de gestión de audiencias tiene que ver con la urgencia de erradicar la idea de que el teatro es elitista, aburrido o caro. “Me encantaría ver más teatros que se mezclen con la cultura popular, que tengan grafitis en sus fachadas o salgan del espacio físico”. Asimismo, Vera añade que queda por reivindicar la comedia: la considera un arma potente para abordar temas punzantes sin que sea más o menos ligero.

Johuseline Porcel

Johuseline Porcel
Johuseline Porcel

“Más que de dramaturgia, adolecemos de gestión de públicos”. El autor y docente de la Universidad de Lima enfatiza que el gran desafío es el de promover el consumo para impulsar la oferta: concretar un montaje aún es un proceso que atraviesa más obstáculos que facilidades. “Hoy hay muchos concursos de dramaturgia, pero pocos que faciliten la producción”. Precisa que los premios no necesariamente acarrean la producción ni garantizan el espacio. Bajo ese contexto, parte de la labor de gestión de audiencias tiene que ver con la urgencia de erradicar la idea de que el teatro es elitista, aburrido o caro. “Me encantaría ver más teatros que se mezclen con la cultura popular, que tengan grafitis en sus fachadas o salgan del espacio físico”. Asimismo, Vera añade que queda por reivindicar la comedia: la considera un arma potente para abordar temas punzantes sin que sea más o menos ligero.

Rocío Limo

Rocío Limo
Rocío Limo

Pese a la oferta –que considera impulsada por un grupo de personas en relativo aumento- y de los espacios disponibles, Rocío Limo no considera que haya necesariamente más público. La dramaturga y directora del Laboratorio de Creación Escénica indica que la formación de públicos es una arista fundamental para la sostenibilidad del teatro peruano. Ella revela: “Para mí el espectador local es un misterio algunos piensan que el teatro es muy solemne”. El reto, dice, es descubrir los diferentes tipos de espectador y repensar en su relación con los artistas. Asimismo, Limo es una convencida de que hay una nueva voz de dramaturgia peruana y que un desafío no menor es el de repensar lo que se está diciendo. La clave, precisa, consiste en crear personajes que inviten al espectador a cuestionarse, hacerse preguntas y poner en duda sus “verdades absolutas”.

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