En el mercado laboral hay una sobreoferta de profesionales, solo los que se adaptan a las nuevas exigencias lograrán reinsertarse  (Foto: GEC)
En el mercado laboral hay una sobreoferta de profesionales, solo los que se adaptan a las nuevas exigencias lograrán reinsertarse (Foto: GEC)

La ha golpeado a todas las por igual. Esta crisis económica ha obligado a las empresas hacer recortes de personal y quedarse sólo con el número necesario para sostener la compañía. La reducción de se ha dado en todos los estratos, desde altos hasta obreros de planta.

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En el mercado laboral hay una sobreoferta de profesionales. Para los especialistas en gestión de talentos, solo los que se adapten a las nuevas exigencias y aceptan las nuevas condiciones lograrán reinsertarse laboralmente en medio de la crisis sanitaria. ¿Cuáles son esas nuevas condiciones y exigencias de las organizaciones?

Para Sandra Cubas, managing partner en Cornerstone, no solo hubo reducción en la cantidad de colaboradores, sino que se ha reducido el nivel salarial. Con más ofertas de ejecutivos en el mercado buscando recolocarse, las empresas tienen mayor poder de decidir a quiénes contratan y en qué condiciones.

“Si antes una organización tenía un gerente con un sueldo alto, ahora buscan para el mismo puesto un gerente con un sueldo de 30% menos. Ya no ofrecen beneficios, han retirado los vales de alimentación, la gasolina o transporte, gastos por entrenamiento y otros incentivos. La estabilidad es relativa. Las empresas se cubren las espaldas y solo se ofrecen contratos a plazos indeterminados en áreas importantes, para el resto están los contratos temporales”, sostuvo Sandra Cubas.

Cambios

La pandemia no solo ha cambiado las condiciones salariales, sino ha obligado a las compañías a buscar nuevos perfiles de profesionales. Personas que tengan la capacidad de trabajar virtualmente y lograr resultados. Trabajadores más ágiles y mucho más tecnológicos o que estén dispuestos a adaptarse a los cambios.

“Nadie estaba preparado para un trabajo virtual. La situación es incierta, no sabemos qué pasará. Lo que si estamos seguros es que ya no se va a regresar a un trabajo 100% presencial. Habrá un modelo en donde se ajusten a ambas modalidades y eso ayudará a las empresas a elegir cuál es el ejecutivo que necesita”, agregó Cubas.

El gerente general de Ronald Career Services Group, Ernesto Rubio, explicó que el 2020 ha sido un año bastante complicado para los empleadores y accionistas. Si antes había empresas que podían tener a todos sus trabajadores en nómina, ahora eso es insostenible. Al principio las compañías, para no rescindir los contratos, otorgaron las vacaciones acumuladas y también las adelantaron. Luego se entró al trabajo remoto y los mecanismos para mantener al personal se agotaron.

Condiciones

“En estas circunstancias las relaciones de dependencia remunerada son muy caras. No se puede mantener a un trabajador con 14 sueldos, CTS, seguro, vacaciones. Los empleadores se están dando cuenta que los grandes puestos gerenciales con sueldos onerosos pueden ser remplazados por millennials, nativos digitales que ganan la mitad y con recibos por honorarios. Por sus habilidades tecnológicas son más idóneos para la realidad que se vive, porque todas las empresas que comercializan se están yendo al eCommerce”, apunta Ernesto Rubio.

El consultor de recursos humanos asegura que los recortes se han dado en los puestos directivos, gerenciales, jefaturales, operativos, supervisores y coordinadores. Lo mismo ocurrió en las áreas administrativas, en finanzas, operaciones y en las plantas. Los nuevos remplazos no ingresan con las mismas condiciones ni en planilla, el consultor sostiene que las empresas están optando por contratos temporales, el interim manager.

“Esta segunda cuarentena ha tirado un paso atrás a las compañías, le ha hecho retroceder y tomar conciencia que los puestos más caros son más sensibles de ser eliminados. Ahora el objetivo de las empresas es sobrevivir a la pandemia. Ya no ofrecen estabilidad a los trabajadores, porque ellos mismos no lo son, salvo las empresas farmacéuticas, de limpieza, el retail, las mineras, servicios logísticos o financieros. Otros sectores y las industrias están golpeadas. En esta situación solo queda empatizar recíprocamente, quizá el trabajador puede sacrificar algunos beneficios que tenía de cara a la subsistencia de la compañía”, agregó el especialista.

Para Ernesto Rubio, las negociaciones de los nuevos contratos la debe llevar un buen gestor de relaciones laborales, que propone y negocia cambios. El 50% de la responsabilidad de llegar a un buen acuerdo recae sobre el gerente de recursos humanos y el gerente general.

Legalidad

Carolina Castillo, docente de Derecho Laboral de la Universidad de Piura, es clara al decir que los contratos no han cambiado y no se ha creado una modalidad especial para esta pandemia, ni siquiera se han hecho modificaciones en las normas existentes. El marco normativo es la misma que se tiene desde la década de los 90. Los contratos se rigen por el Decreto Supremo 003-97TR y la Ley del Fomento del Empleo.

“Cuando se contrata a un trabajador debería ser de manera indeterminada y ser incluido en planilla. Solo para casos excepcionales existen otras tres modalidades de contrato: los temporales, accidentales y de servicios. Pese a ser para casos especiales, las empresas lo usan mucho, buscan la contratación temporal y solo renuevan contratos según sus necesidades. Los contratos actuales deben encajar en cualquiera de estas modalidades”, indica Carolina Castillo.

Si bien no hubo modificaciones en las normas sobre el empleo, la docente reconoce que durante esta pandemia el Ejecutivo ha dado alrededor de 30 disposiciones laborales. Desde la renovación de contratos a través de las firmas escaneadas, hasta la suspensión perfecta.

Se adelantó vacaciones, se redujo las remuneraciones, se fraccionó las jornadas, se dio licencias con goce de haber, se implementó el trabajo remoto y hasta se extinguió la relación laboral bajo acuerdo entre las partes. Se tomaron varias medidas, pero la docente advirtió que hay derechos que no son negociables, ni renunciables.

“No se puede pactar una remuneración por debajo del sueldo mínimo. No se renuncia a las horas extras, a la asignación familiar, tampoco a las gratificaciones, ni a la CTS. No está permitido que un trabajador sea sacado de panilla, liquidado y luego sigue trabajando con los mismos horarios, las mismas funciones y subordinado, pero con recibos por honorarios. No es legal. La locación de servicios es una solución temporal”, manifestó Castillo.

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