Los reencuentros siempre generan expectativa. Incluso más si son después de 40 años. Eso lo sabe bien el grupo sueco Abba, quienes se despidieron de sus fans en 1981 con el álbum “The Visitors”, y cuatro décadas después han anunciado su regreso. Llegan con otro disco, “Voyage”, y con nuevas canciones, las cuales ya están entre las más reproducidas en el Reino Unido.
Este retorno propiciará una nueva gira mundial que, según algunos medios, moverá hasta el 2023 más de US$ 200 millones en derechos de explotación de música y conciertos en vivo. Así, algunos grupos de música han hecho de la palabra “volver” un gran negocio. ¿Cuánto se mueve en estos eventos y qué variables existen?
El gancho marketero
Para el empresario de conciertos Jorge Fernández, que trajo a Lima a bandas como Metallica, Aerosmith o Iron Maiden, todo depende del “gancho marketero”. “Puede ser un reencuentro, la gira por los 30 años de su disco más famoso, la vuelta de su vocalista original, o cualquier cosa que la imaginación pueda decir”, explica Fernández. “En el caso de Perú, un buen gancho siempre ha sido la primera llegada del artista”, agrega.
Guns N’ Roses, por ejemplo, está entre los grupos que más ingresos obtuvieron alrededor de una gira. Una vez que Axl Rose decidió hacer las paces en 2015 con su guitarrista, la leyenda Slash, emprendieron un tour que movió US$540 millones (ver infografía).
Para Fernández, los US$ 200 millones que recaudaría Abba no son una cifra descabellada, siempre y cuando el ticket promedio de la entrada sea de US$60. “Una gira promedio tiene 100 shows y un estadio tiene una capacidad media para 40 mil personas.
Solo en tickets estamos hablando de US$240 millones”, detalla. A este monto, además, hay que agregarle aproximadamente un 10%, que representan las ventas por merchandising.
El mercado local
Hay ocasiones en que un reencuentro no logra enganchar con su público. Por ejemplo, Fernández recuerda el primer concierto de Duran Duran en Lima, al que solo llegaron alrededor de 4 mil asistentes, a pesar de que fue una banda reconocida en su momento y que en ese entonces (2008) solo habían pasado 20 años desde su disolución.
En el caso de Abba estamos hablando de 40 años. ¿Funcionaría un grupo así en el Perú? “Las melodías de Abba desbordaron su época, tienen homenajes, covers y clásicos atemporales, pero tampoco sobrestimemos el impacto de un artista. El tiempo es tirano”, dice el empresario. “Para los chibolos menores de 30 años, que son una masa primordial, lo que existe y han escuchado a lo lejos son grupos como AC/DC, Rolling Stones, Queen. Abba está incluso más lejos en su imaginario”, apunta.
Sostiene que, siempre que le ofrecen un conjunto musical, hace el ejercicio de pensar cuáles fueron los años de mayor explosión de ese grupo. Si, por ejemplo, es una banda de los 90, lo que sigue es pensar cuántos años tienen ahora las personas que en ese entonces tenían entre 15 y 30 años. “Esa gente tiene entre 45 y 60 años. En el caso de Abba, cuyos fans tenían entre 15 y 30 años cuando se disolvieron, ahora tienen entre 55 y 70 años. Y entre los de 60 años para arriba, no van todos, pues”, indica Fernández.
EL DATO
- Virtual. El disco “Voyage” se lanzará en noviembre, antes de una serie de conciertos en los que avatares virtuales tocarán éxitos como “Mamma Mia” y “Dancing Queen”. Estos fueron diseñados por la compañía de efectos visuales fundada por el creador de Star Wars, George Lucas.