Como más de un tercio del planeta, usted lleva varias semanas en aislamiento social forzoso. Es probable que su empresa esté organizada para trabajar parcialmente a distancia, pero el encierro, el riesgo de contagio y la incertidumbre le preocupan sobremanera.
Según la encuesta de Ipsos, publicada el 23 de abril, el 52% de los peruanos señala que, a raíz del aislamiento, sus hogares enfrentan problemas de estrés, depresión y discusiones.
Probablemente, usted imagina que cuando se reanuden las operaciones de su empresa los colaboradores irán a trabajar supermotivados porque extrañan las rutinas diarias de la oficina. Sin embargo, será difícil que no piensen en los impactos de la crisis en sus familias, la compañía, el país y el mundo.
¿De qué tamaño será esa “mochila” que muchos llevarán de regreso? ¿Tendremos que laborar con algunos miembros de nuestro equipo desmotivados o incluso deprimidos?
Química y entorno
Según la American Psychological Association, la depresión es el desorden mental más común en el mundo y se manifiesta en la falta de interés, concentración, energía o placer en actividades diarias, así como insomnio, sueño excesivo e, incluso, con la aparición de pensamientos suicidas.
Esta es causada por falta de neurotransmisores en la cantidad adecuada, lo que produce desequilibrio químico en el cerebro. También puede deberse a factores genéticos o aparecer en cualquier persona que pase por acontecimientos estresantes en algún momento de su vida. Por ejemplo, padecer una enfermedad crónica o perder el empleo.
Efectos laborales
Este problema de salud mental impacta negativamente en la productividad. No solo por su influencia en la energía, concentración y memoria, sino también por el absentismo laboral.
Según el estudio “Impact of Depression at Work Audit”, realizado por Ipsos entre más de mil empleados y gerentes de empresas en Estados Unidos en el 2014, el 23% de los encuestados indicó que recibió un diagnóstico de depresión en algún momento de su vida. El 40% de ellos reportó tener que ausentarse al trabajo en promedio 10 días al año por este motivo.
Soporte emocional y justicia Más que la carga de trabajo, generalmente es el jefe el causante de la depresión laboral. Por ejemplo, al mostrar favoritismos o dejar de lado a su equipo. Por lo tanto, un líder debe ser justo con sus colaboradores, en cualquier circunstancia.
Reconocer el problema
Si algún miembro de nuestro equipo sufre depresión, seguramente le tomará más tiempo completar tareas simples y cometerá mayores errores de lo usual. Sin embargo, es probable que le incomode revelarnos su condición, lo que dificultará que le facilitemos tiempo libre para que tome un tratamiento o que tengamos alguna consideración especial con respecto a su ambiente laboral.
Por lo tanto, si en cualquier contexto es importante que un líder esté cerca a su gente y genere confianza, en estas circunstancias será vital.