Arabia Saudita
Arabia Saudita

Arabia Saudita anunció planes de inversión de US$ 64,000 millones en cultura y ocio a lo largo de los próximos diez años, cambiando totalmente su política de entretenimiento, algo impensable hace poco tiempo.

Se trata de un nuevo capítulo del amplio programa de reformas sociales y económicas impulsadas por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, el hombre fuerte de este reino conocido hasta ahora por sus costumbres ultraconservadoras.

El dinero provendrá del gobierno y del sector privado, precisó el presidente de la Autoridad general del ocio, Ahmad bin Aqil al Jatib.

"Ya estamos construyendo la infraestructura" necesaria y entre los proyectos hay una ópera, dijo Jatib.

"Si Dios quiere verán un verdadero cambio de aquí al 2020", agregó Jatib, precisando que en el 2018 están previstos más de 5,000 eventos culturales.

En el 2017 hubo más de 2,000 actos culturales que movilizaron 100,000 voluntarios y unas 150 pequeñas y medianas empresas, dijo por su parte Faisal Bafrat, otro responsable de la Autoridad general del ocio.

Mohamed bin Salmán, de 32 años, impulsa un plan llamado "Visión 2030" para reestructurar la economía que tiene consecuencias sociales, en particular con respecto a las mujeres, que tendrán una mayor participación en la vida pública.

Cada año, los sauditas gastan miles de millones de dólares para ver películas y visitar parques de entretenimiento en los centros turísticos de los países vecinos, como Dubái y Baréin, país al cual se accede a través de un puente.

El jueves, Jatib prometió que pronto cambiaría la tendencia. "He ido a Baréin. Ahora el puente lo van a utilizar en el otro sentido".

El objetivo es que los sauditas -la mitad de la población tiene menos de 25 años- gasten su dinero en el reino y no en los países vecinos.

Ese objetivo forma parte de una campaña llamada "No viajen" al extranjero.

Desde el año pasado se perciben grandes cambios en Arabia Saudita, donde por primera vez hubo conciertos del rapero Nelly, el artista de rai Cheb Jaled y la cantante libanesa Hiba Tawaji.

Las autoridades anunciaron que en marzo abrirán las primeras salas de cine y que en junio podrán conducir a partir de junio próximo.

Sin embargo las mujeres siguen sufriendo numerosas restricciones como la de llevar abaya en el espacio público u obtener el acuerdo de un tutor masculino para viajar.

En septiembre pasado, en la celebración de la fiesta nacional hubo bailes en la calle, a veces al son de la música electrónica, y en enero las mujeres pudieron por primera vez presenciar un partido de fútbol en el estadio.

El anuncio tiene lugar en una coyuntura económica difícil provocada por la baja del precio de petróleo en los últimos años.

Desde el 2014, debido al derrumbe del precio del crudo, Arabia Saudita presenta presupuestos deficitarios, lo que le obligó sacar US$ 250,000 millones de sus reservas financieras.

El 1 de enero, las autoridades duplicaron prácticamente el precio de los carburantes e instauraron un IVA de 5%. Además redujeron en forma drástica los subsidios públicos.

Los sauditas, acostumbrado a las ventajas del estado providencia, no están muy contentos con esas medidas de austeridad.

Además de las inversiones culturales, Arabia Saudita anunció grandes proyectos turísticos, entre ellos uno que consiste en transformar una cincuentena de islas en el mar Rojo en estaciones balnearias de lujo.

El empresario británico Richard Branson anunció que estaba dispuesto a invertir en ese sector.