Lima cumple hoy 487 años de fundación y Gestión conversó con tres especialistas en temas de transporte urbano, urbanismo y medio ambiente. Ellos respondieron: ¿Qué temas urgentes debemos resolver como ciudad?
Treinta años perdidos
Luis Quispe, presidente de la ONG Luz Ámbar, sostiene que en transporte urbano, los últimos 30 años han sido perdidos. “A partir de 1997, la municipalidad permitió que las empresas de transporte pudieran contar con vehículos propios o alquilados. Desde ahí se partió mal. Por eso ahora tenemos 387 empresas cuyo servicio es absolutamente deficiente”, explica.
A partir de la aparición de la ATU, señala también Quispe, “siendo optimistas hay alrededor de 50 compañías que están intentando adecuarse a las exigencias de la ley. Pero a la mayoría no les importa nada”, señala. De otro lado, Quispe dice que la ATU tampoco está haciendo los esfuerzos necesarios para implementar el servicio integrado de transportes. “Esta institución está esperanzada en que debe hacerlo con los transportistas actuales y eso es una concepción equívoca”, se lamenta.
Para el presidente de Luz Ámbar, el problema del transporte se agravó durante la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán. “Cuando recibe el Metropolitano, cambia el proyecto y deja de lado los nueve corredores segregados y plantea los cinco corredores complementarios que tenemos ahora: azul, rojo, amarillo, etc. Esos corredores se implementaron sin que las condiciones estén dadas, es decir, con los transportistas actuales”, argumenta Quispe. Esa es la razón, según el especialista, por la que ese servicio de transporte tenga hoy menos de 800 buses cuando en realidad deberían haber 5,000. “La ATU ha anunciado que va a convocar en enero a licitación esos 4,000 espacios que hay para llegar a los 5 mil. Estaremos pendientes”, anuncia.
Por otro lado, el presidente critica al gobierno del presidente Pedro Castillo de estar retrocediendo en la reforma de transporte. “Es un gobierno que utiliza la palabra ‘pueblo’ para llamarse servidor del él, pero el transporte público es usado por ese pueblo mientras que el poder ejecutivo está destruyendo lo poco que se había avanzado”.
Economía circular
En el caso del medio ambiente, Leopoldo Macera, socio fundador de Libélula, empresa B especializada en cambio climático, afirma que necesitamos una política de acción climática municipal basada en la descarbonización. “Puede ser una fuente de incentivos e inversiones para lograr que sectores complejos como energía, transporte, residuos o agricultura puedan generar cero emisiones netas de CO2 al 2050″, apunta.
Asimismo, pone en la mesa el tema de la contaminación marítima. “No solo la que generan las embarcaciones, sino de las mismas pesqueras que afectan el mar, la cantidad de plástico que se echa y las redes que afectan el ecosistema marino. Hay avances, pero si hablamos a futuro debería haber una regulación más estricta”, finaliza.
De igual forma, Macera destaca el tema del mejor manejo de residuos que debe tener la ciudad. “Se trata de aprovechar mejor lo reutilizable. La cantidad de residuos que se genera va creciendo conforme pasa el tiempo, pero no así la capacidad de reutilizar, de darle nueva vida. Hay una tendencia que va a ser central para la Lima del futuro y será la economía circular”, sostiene.
Visión de ciudad
En urbanismo, de acuerdo con Karina Puente, docente de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima, “nos faltan muchas cosas, como poner en valor el Centro Histórico. Se ha avanzado, pero a paso lento. También estamos perdiendo patrimonio en Barranco y Pueblo Libre”, detalla. Asimismo, la especialista cree que debemos hacer de Lima una ciudad más sostenible: “Hay que abandonar la idea de que Lima sea una ciudad con jardines de grass, que es una especie que consume siete veces más agua”, aconseja.
“Hay que repensar el crecimiento en densidad de las viviendas, que no tiene en paralelo un desarrollo en equipamientos para la salud, educativo y parques, que son claves si la ciudad va a crecer de forma vertical”, comenta la docente de Arquitectura.
Además, afirma que hay que seguir pensando en conectar la ciudad, “pero no con bypasses, sino con semaforización inteligente, haciendo que las personas no tengan que cruzar la calle con rampas o escaleras gigantescas, que sean los autos los que se restrinjan para poder articular mejor una ciudad y que esta sea más amable con la gente”, enfatiza.
EN CORTO
Proyecto. Libébula, empresa B de especializa en cambio climático, cuenta con un proyecto llamado Economía Verde. “Es un directorio de pymes de triple impacto: ambiental, social y económico”, cuenta Leopoldo Macera. “Tenemos registradas cerca de 240 empresas, desde pymes, que aportan no solo impuestos al estado, sino que también generan trabajo. Hay desde compañías que reparten el correo en bicicleta hasta empresas que reciclan residuos y lo convierten en adornos, dándoles un mayor valor agregado”, detalla el ejecutivo.