Los plazos de entrega de chips se redujeron en ocho días en diciembre, la mayor reducción mensual desde al menos 2017, lo que muestra qué tan rápido desaparece la escasez que afecto recientemente a la industria.
El tiempo de entrega, la brecha entre el momento en que se ordena un semiconductor y el momento en que se entrega, promedió alrededor de 24 semanas en el período, según una investigación realizada por Susquehanna Financial Group. Los plazos de entrega están ahora tres semanas por debajo de los máximos históricos establecidos en mayo pasado, y la reducción en la espera promedio se acelera.
La última encuesta muestra que muchos más fabricantes de productos electrónicos se centran en reducir sus existencias no utilizadas y se muestran menos preocupados por obtener suficiente suministro. Esa es una inversión de la tendencia de los últimos tres años, cuando la escasez causó interrupciones en toda la economía.
“Los plazos de entrega ahora están muy por debajo de sus máximos de ciclo, ya que lo peor del shock de la oferta quedó atrás”, escribió en una nota de investigación el analista Cristopher Rolland. “Todos los plazos de entrega de las categorías de productos se redujeron este mes”.
Muchas de las empresas en la industria de semiconductores de US$ 580,000 millones han dicho a los inversionistas que prevén una caída de los ingresos a medida que la economía se debilita y los consumidores posponen las compras. Hasta ahora, los mayores descensos se han producido en las computadoras personales y los teléfonos inteligentes.
Infineon Technologies AG, un importante proveedor de semiconductores utilizados por fabricantes de automóviles, redujo sus plazos de entrega en 23 días, según Susquehanna. Texas Instruments Inc., que tiene la lista de clientes más grande de la industria, redujo su tiempo de espera en cuatro semanas, mientras que Microchip Technology Inc. la recortó en 24 días, según el informe.
Si bien esos indicadores resultan negativos para el crecimiento de las ganancias de las empresas a corto plazo, es posible que inversionistas que buscan anticipar un retorno al crecimiento ya hayan decidido que el mercado ha tocado fondo.
Él Índice de semiconductores de la bolsa de valores de Filadelfia ha subido más de un 10% este año, tras perder más de un tercio de su valor en el 2022.