El 2021 fue el año en que se consolidó un proceso de digitalización que se inició en el 2020 con la pandemia del coronavirus. Sin embargo, esto también generó un aumento considerable en cuestiones relacionadas a la ciberseguridad y, por este motivo, el 2022 será un año clave para este tema.
Desde que inició la pandemia, el 90% de las personas tuvieron que digitalizar procesos críticos de sus vidas, lo que representó un gran desafío para las organizaciones, ya que se expandió significativamente la superficie de ataque, lo que se traduce en mayores riesgos a los que están expuestos. Con la migración a la nube y la adopción de software e infraestructura como servicio, los cibercriminales vieron la oportunidad de apuntar a cuentas y sistemas mal configurados, contraseñas débiles y vulnerabilidades para llevar a cabo su actividad maliciosa.
En los últimos años, debido a la expansión del trabajo remoto y el coworking, ya no existe un perímetro de acceso físico controlado, sino que muchas personas pueden tener acceso al espacio de trabajo, a los dispositivos, la red y a los usuarios, lo que representa un gran riesgo para la seguridad de las organizaciones y para el propio usuario final.
En el 2022, “la sofisticación y la escala de los ciberataques seguirán batiendo récords y esperamos un aumento de secuestros informáticos y ataques móviles. Los usuarios deben asegurarse de que cuentan con las medidas adecuadas para prevenir los ciberataques más avanzados, ser proactivos y no dejar ningún dispositivo sin proteger o supervisar”, asegura Barry Spielman, Director de Marketing de Producto de Allot.
A falta de poco menos de un mes para la conclusión de 2021, los expertos en ciberseguridad ya empiezan a pronosticar qué ciberamenazas serán tendencia en el 2022.
- Noticias falsas y campañas de desinformación: la ciberdelincuencia continuará sirviéndose de las fake news para llevar a cabo ataques de phishing y estafas.
- Ciberataques a la cadena de suministro: entre las ciberamenazas que serán tendencia en el 2022 también figuran los ataques cibernéticos a la cadena de suministro. En este sentido, la colaboración público-privada resultará fundamental para protegerse.
- Guerra fría: muchos analistas consideran que la III Guerra Mundial se libra en el ciberespacio. El año que viene se espera un incremento en el uso de los ciberataques con el objetivo de desestabilizar actividades a nivel mundial.
- Filtraciones de datos: se producirán con más frecuencia y a mayor escala. Y su recuperación costará más a los gobiernos y las empresas. Se prevé que los rescates exigidos por los ciberdelincuentes aumenten en el 2022.
- Criptodivisas: Cuando el dinero se convierta en software, la ciberseguridad necesaria para protegerse de los atacantes que roban y manipulan bitcoins y altcoins cambiará de forma inesperada.
- Ataques a dispositivos móviles: Cada vez existe más dependencia de los dispositivos móviles. La ciberdelincuencia no es ajena a su uso como monederos móviles o medio de pago.
- Vulnerabilidades de los microservicios: Los ciberdelincuentes se sirven de ellas para lanzar ataques a gran escala contra los proveedores de servicios en la nube.
- Tecnología deepfake: Las técnicas de vídeo o audio falsos se convertirán en un arma que se usará para manipular opiniones o cotizaciones bursátiles, así como para obtener permisos y acceder a datos sensibles.
- Ransomware: Finalmente, entre las ciberamenazas que serán tendencia en el 2022 no podía faltar el ransomware, cuyas campañas, según los expertos, serán más sofisticadas.