Redacción Gestión

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(Bloomberg).- está tratando de reiniciar el sistema. Como parte de la campaña impulsada por el primer ministro Shinzo Abe para revitalizar la tercera mayor economía del mundo, el país se esfuerza por acelerar la innovación antes de convertirse en la sede de los Juegos Olímpicos 2020.

Está brindando apoyo para la implementación de proyectos conjuntos donde participan los sectores públicos y privados, por ejemplo la puesta en ruta de los automóviles sin conductor y otros desarrollos que utilicen tecnología de punta en base a la robótica.

Abe tiene como objetivo impulsar la ratio de inversión en investigación y desarrollo a la medida de la economía hasta alcanzar un 4% para el cierre del ejercicio fiscal que termina el 31 de marzo, partiendo del 3.75% registrado hace dos años. El gobierno quiere que para principios del 2018, Japón esté clasificada como la mejor nación innovadora.

Se ha avanzado en la industria de la aviación, que ocupó los titulares a nivel mundial en los últimos meses. El primer avión de pasajeros desarrollado en Japón en más de medio siglo hizo su vuelo de bautismo, el gobierno apunta a convertirse en la cuarta nación que ponga a prueba su propio jet stealth, o furtivo, y Honda Motor Co. recibió una certificación de los Estados Unidos para un jet de US$ 4,500 millones que la empresa anuncia como el más rápido, silencioso y eficiente en términos de consumo de combustible en su clase.

La atención de la salud también está mostrando avances. En el 2014, el gobierno flexibilizó las normas de aprobación para la medicina regenerativa, dando así ventajas para que las empresas japonesas consigan ubicar sus productos en el mercado.

Fujifilm Holdings Corp. está realizando ensayos en base a ambiciosas ideas con células madre capaces de regenerar tejidos del cuerpo humano. Por otra parte, los sensores de luz de alta precisión fabricados por Hamamatsu Photonics KK ayudaron a ganar el Premio Nobel de física el año pasado.

Antes de la burbuja.En el apogeo de su poderío industrial, Japón dio al mundo el Walkman y el tren bala, ayudando a establecer el ritmo de la innovación global.

Más recientemente, los resultados han sido mixtos, fruto del estancamiento del crecimiento económico y la deflación en espiral luego que la burbuja de los bienes raíces y las acciones estalló a principios de los años 90, todo lo cual pesó en la confianza de las empresas y sus ambiciosos planes.

Al mismo tiempo, aparecieron nuevos rivales – China y Corea del Sur – que invirtieron en la innovación. Japón había llegado a ser líder, en el campo de los entretenimientos para el hogar por ejemplo. Hoy en día los teléfonos inteligentes y la era de internet pertenecen a marcas no japonesas, entre ellas Google, Apple y Samsung.

Japón sigue siendo líder mundial en la industria automotriz. Nissan Motor Co. mostró en noviembre un prototipo de automóvil con volante retráctil y parabrisas con mensajes intermitentes, uniéndose a Honda y Toyota Motor Corp. en la exhibición de vehículos con modos autónomos, capaces de cambiar de carril y así evitar colisiones.

Pesos pesados."Toyota y otras empresas automotrices aún tienen una enorme ventaja en esta industria en términos de participación en el mercado, tecnología, y datos", dijo Tak Miyata, fundador de Scrum Ventures, una firma con sede en San Francisco, que provee fondos para nuevas empresas. "A diferencia del fracaso en el campo de los teléfonos inteligentes, si se mueve con rapidez, Japón puede todavía ganar en esta categoría y liderar en innovación."

Pero tanto China como Corea del Sur han estado invirtiendo en investigación y desarrollo a un ritmo más rápido que Japón en los últimos años, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Dada la creciente competencia, Japón debe hacer una mayor inversión sólo para aferrarse a su posición actual en la carrera por la innovación, dijo Erik Roth, socio senior de McKinsey Co. y especialista en el tema.

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