La startup Iron OX inauguró el pasado octubre una granja robótica en la que robots se encargan de realizar la plantación de hortalizas. La granja funciona a través de un sistema de cultivo hidropónico, que gracias a brazos robóticos, recipientes automatizados y hasta un portador autónomo llamado Angus, va transfiriendo las plantas de uno a otro recipiente en función de su tasa de crecimiento, y luego va moviendo cada recipiente por el interior de la nave.
Pero a pesar de que Iron Ox la llama “granja automaizada”, Así, según reconoce el CEO de la compañía, el antiguo investigador de Google X Brandon Alexander, los humanos siguen llevando a cabo dos tareas fundamentales en la misma: el sembrado de los 'plantones' (las semillas ya germinadas) y el empaquetado del producto ya terminado.
Pero Jonathan Gill, un investigador de robótica en la Universidad Harper Adams y co-fundador del proyecto de cultivo automatizado Hands Free Hectare, afirma en The Verge que sólo un porcentaje mínimo de la industria agrícola mundial se ha automatizado hasta la fecha.