Un pueblo al noreste de Inglaterra utiliza hidrógeno para la calefacción y la cocina, marcando un hito clave en los esfuerzos de Gran Bretaña para encontrar formas de reducir las emisiones que provocan el calentamiento.
Desde agosto, una mezcla de 20% de hidrógeno y 80% de gas natural se canaliza a través de la red pública que abastece a 668 hogares, una escuela y algunas pequeñas empresas en Winlaton, un pueblo a unos 11 kilómetros al este de Newcastle.
El proyecto, llamado HyDeploy, es la primera instancia en que se utiliza hidrógeno mezclado en la red del Reino Unido.
El hidrógeno solo emite vapor cuando se quema, lo que lo convierte en una alternativa mucho más limpia al gas. Además, es percibido por algunos como crucial para cumplir con el plan del Reino Unido de eliminar los gases de efecto invernadero. La calefacción de hogares y edificios es actualmente responsable de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono de Gran Bretaña y el uso de hidrógeno permitiría una rápida reducción.
“El proyecto proporcionará evidencia más fundamental sobre las posibilidades de mezclar hidrógeno en la red de gas natural en todo el Reino Unido, como un trampolín para descarbonizar”, dijo Tim Harwood, jefe de gestión de programas de Northern Gas Networks Ltd., una administradora regional de oleoductos involucrada en el proyecto HyDeploy.
Winlaton es la segunda fase del proyecto piloto y se extenderá hasta junio. En la primera, 100 hogares y alrededor de 30 edificios comerciales en una red cerrada en la Universidad de Keele en Inglaterra usaron hidrógeno mezclado durante 18 meses, finalizando en marzo. El Gobierno estableció un cronograma para tener la primera ciudad 100% alimentada con hidrógeno para 2030.
Analistas de energía esperan que los precios de la tecnología del hidrógeno caigan, pero se necesitan más pruebas para garantizar que el hidrógeno sea viable a escala comercial. Las calderas de hidrógeno le costarán más a los hogares durante su vida útil que las bombas de calor, que utilizan electricidad para absorber el calor del aire, o las calderas de gas natural que proporcionan calefacción a la mayoría de los hogares del Reino Unido, según BloombergNEF.
El hidrógeno mezclado es un paso hacia las redes completas de hidrógeno, pero tiene un bajo impacto en las emisiones: una mezcla del 20% en volumen reduce las emisiones de CO2 en solo un 7%, según BNEF. Las mezclas más altas de hidrógeno requieren una modernización de tuberías y electrodomésticos.
Aun así, el Gobierno elogió el combustible y lo citó como vital para los esfuerzos del Reino Unido de reducir las emisiones en su estrategia de hidrógeno publicada el mes pasado. Ese esquema prevé que los procesos industriales constituyan la mayor parte de la demanda de hidrógeno durante la próxima década en lugar de la calefacción.
Se espera que una próxima estrategia de calefacción y edificios aborde la calefacción doméstica con más detalle.