Redacción Gestión

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El auge de la tecnología ha hecho que cada vez sea mayor la de diversa índole, entre ellos los educativos, pero para que sobrevivan en el tiempo y sean un aporte real a la educación, se deben privilegiar las animaciones, se necesita retroalimentación por parte de los profesores y que las app sean útiles para que los niños las puedan explorar por sí solos.

"Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 88% de los colegios en Latinoamérica no tienen laboratorios. En base a esta falta de equipo se nos ocurrió crear una solución de bajo costo que permitiera experimentar las ciencias de todas formas", dijo Komal Dadlani, ganador del Cartier Initiative Awards con el aplicativo Lab 4U.

Lab 4U aprovecha los sensores incorporados en los teléfonos inteligentes para recrear una serie de instrumentos; entre ellos microscopios, acelerómetros y magnetómetros.

Según un artículo del diario El Mercurio, el 70% de los usuarios que la descargan terminan usando la aplicación al menos una vez por semana.

Dadlani fue uno de los participantes del Foro Global de Educación y Habilidades, organizado por la Fundación Varkey, en Dubái y que reunió a varios emprendedores de para exponer cómo habían logrado sacar adelante sus emprendimientos pedagógicos en un mundo en donde las aplicaciones móviles crecen a un ritmo acelerado.

Según el portal Statista se calcula que solo para el sistema iOS, se crean cerca de 1,000 aplicaciones cada día.

ConsejosEntre los errores más comunes a la hora de armar un emprendimiento educativo está volverse demasiado académico y olvidar que ante todo, el contenido va dirigido a estudiantes.

"Si estás pensando en niños cursando enseñanza básica, entonces las animaciones deben ser parte esencial de lo que se crea. Vas a querer que se sientan identificados", indicó Dan Donahue, integrante de la compañía de contenido educativo Brain Pop.

Asimismo, se requiere de una investigación previa que identifique problemas a tratar y un grupo de control que permita ver qué tan útil es el producto que se ofrece de alternativa.

"Dentro de este contexto, es importante certificar que la herramienta que se entrega permite a los niños explorar de forma independiente, sin la necesidad de que el profesor o el apoderado estén constantemente supervisando", agregó Noelle Millholt de la serie de libros interactivos Speakaboos.

Esto no implica dejar de lado a los maestros, explicó Matt Greenholt, de la compañía de inversiones Rethink Education.

"Para que un emprendimiento educativo prospere, es fundamental tomarse el tiempo para pedir consejo a los profesores, son ellos quienes viven el día a día del aula y quienes mejor conocen sus necesidades, capacitarlos y explicarles de qué forma puede la tecnología ayudarlos en la tarea de enseñar a otros", anotó.

"Sin capacitaciones se vuelven la novedad del momento, pero al rato se dejan de lado", explicó Andreas Kullberg, director ejecutivo de Pamoja, compañía dedicada a capacitar de forma interactiva a los alumnos que rinden el Bachillerato Internacional.

"Las escuelas dicen estar dispuestas a , pero para eso se necesitan explicaciones y un período de adaptación. Sin estas dos cosas, es probable que la tecnología solo se considere una carga de trabajo adicional", agregó.

Finalmente, enfatizó que no es el aprendizaje el que debe adaptarse a la tecnología sino que la tecnología es la que debe adaptarse hasta encontrar la mejor forma de entregar cierto contenido.