Podcast. ¿Y qué le dirías a alguien que pasa por un mal momento?
Podcast. ¿Y qué le dirías a alguien que pasa por un mal momento?

Ignacio Quintanilla

¿Y qué le dirías a alguien que pasa por un mal momento? Los momentos de crisis son momentos de héroes. Sí, le diría eso. Los momentos de crisis son momentos de héroes.

Un mal momento es aquel donde sentimos que todo nos sale mal, que no hay manera de arreglarlo. Donde nos equivocamos diciéndonos que cualquier tiempo pasado fue mejor y nos declaramos desesperados. Estar desesperado significa haber perdido la esperanza. Y haber perdido la esperanza no es otra cosa que haber perdido la razón de nuestro hacer.

La esperanza, esa palabra que cada vez usamos menos y que si seguimos así podría desaparecer, no es otra cosa que la capacidad de creer que nuestros sueños son posibles. Que aquello que ambicionamos lo podemos construir. Que la batalla que luchamos la podemos ganar. Y creemos eso, porque la esperanza viene acompañada de algo más. De un contenido casi filosófico. De un “por qué”, que nos da la fuerza para creer que nuestros sueños son alcanzables. Y esa razón de éxito está en la convicción de que lo que perseguimos está bien, es bueno, y va acompañado de valores. Acompañado de humanismo. Por eso se tiene esperanza. Porque sabemos que las cosas buenas tienen que suceder.

Pero en los momentos de crisis entramos en desesperanza y caemos en desesperación.

Recordemos la figura de alguien que sabemos tuvo un acto heroico. ¿Qué fue lo que hizo?. Simplemente continuar haciendo aquello en lo que creía a pesar de que la mayoría lo daba por perdido.

Porque ser héroe es eso. Es la capacidad de llamar a la esperanza cuando no la hay. La capacidad de creer y actuar en consecuencia frente a las dificultades más adversas. Y por la auténtica convicción con que lo haces consigues que más personas crean en lo que crees y entonces sucede lo que estás buscando.

Adquirir conocimientos es cuestión de esfuerzo. Contar con habilidades es una consecuencia de muchas experiencias. Pero ser capaz de llamar a la esperanza donde no la hay es una actitud heroica propia de los líderes sublimes. Aquellos que consiguen sacar de nosotros el coraje que no sabíamos que teníamos para combatir la situación más adversa.

Caer en la desesperanza es declarar que perdiste. Aceptar que todo se acabó. En cambio optar por la decisión heroica de llamar a la esperanza es un grito anticipado de victoria. Porque detrás de tu decisión vienen tus actos. Y son tus actos los que construyen la realidad.

Por eso debemos apostar por la esperanza sabiendo que los momentos de crisis son momentos de héroes.