En el contexto en que vivimos, en el que nos hemos visto obligados a cuestionar cosas que dábamos por sentado como sentir que es seguro ir a un hospital, debemos ser capaces de adaptarnos a un mundo que cambia rápidamente. Es ahora que debemos encontrar espacios para pensar en el futuro, identificando donde estamos y hacia donde vamos, y sobre todo, si a donde vamos sigue siendo donde queremos ir.
En este episodio, la especialista en estrategias corporativas y crisis, Gisella Benavente, CEO de Axia Consulting Group, resalta que una parte importante del trabajo de los líderes es definir las estrategias por lo que es clave que encuentren el espacio para pensarlas, a fin de asegurar la competitividad y supervivencia de la compañía.
Benavente reconoce que es muy fácil estar ocupado todo el tiempo, sobre todo en posiciones directivas; sin embargo, estar tan ocupado es un problema cuando se trata del responsable de liderar la estrategia pues significa que no tiene mucho tiempo para reflexionar. “Si no podemos encontrar el espacio para pensar en las estrategias significa que el tiempo se nos está yendo apagando incendios, sin un plan, y podemos estar
poniendo en riesgo la propia supervivencia de la compañía”, indica.
La especialista comenta que no solo se trata de revisar lo que hacemos sino “por qué” lo hacemos, pues las prácticas y hábitos pueden haber comenzado por motivos válidos, pero después de un tiempo continuamos haciendo las cosas de la misma forma casi por inercia y sin cuestionarnos, incluso cuando el entorno cambió. “Debemos revisar por qué hacemos las cosas de determinada manera y evaluar no solo los resultados en el corto plazo, sino las consecuencias en el largo plazo de continuar haciéndolas así”, refiere.
Benavente sostiene que para trazar una estrategia que sea competitiva y sostenible en el largo plazo, los líderes deben hacer un análisis más allá de los asuntos financieros y mapear tanto las tendencias en el mercado como las fuerzas fuera de mercado que incluyen, por ejemplo, los aspectos sociales, políticos y medioambientales, para incorporarlos en la estrategia y así gestionar adecuadamente todos los aspectos que influyen en el negocio. “Se trata de cuestionar el status quo, identificar los cambios en el entorno y examinar el panorama completo, y así plantear estrategias con una visión integral”, subraya.
Estamos entrando en una nueva era en la que las empresas requieren demostrar integridad y un enfoque más social, y la pandemia nos ha demostrado que todos somos parte de un sistema interdependiente en el que nadie puede estar bien, hasta que todos estén bien. Así, resulta necesario cambiar la antigua visión de corto plazo de las empresas enfocada sólo en la generación de ganancias, por una de largo plazo en la que generen también un impacto positivo en la sociedad. “Cuestionarse resulta incómodo porque nos obliga a repensar cosas que dábamos por sentado, pero nunca ha sido más necesario”, finaliza.