Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que se siente sin ánimo para nada?
Podcast Tres minutos basta: ¿Y qué le dirías a alguien que se siente sin ánimo para nada?

¿Y qué le dirías a alguien que se siente sin ánimo para nada? Está bien no estar bien. Sí, le diría eso. Está bien no estar bien.

La semana pasada, Alejandro, un seguidor de este podcast me contó que estaba sin ánimo en la universidad, porque su grupo de trabajo no era bueno y que no entregarían un buen trabajo. “No sé qué hacer. Cansa esforzarse por otros”, me contó.

Mariana, una amiga cercana que trabajaba en una compañía multinacional, me contó que iba a renunciar porque estaba sin ánimo de continuar en su trabajo debido a cambios en la cultura de su empresa. “Agota ir contra aquello en lo que crees”, me dijo.

Esta tarde, Vicente, me contó que no conseguía mantener una relación de pareja porque al poco tiempo de iniciarla se quedaba sin ánimo de continuar en ella. “Aburre seguir con alguien que ya no te entusiasma”, comentó.

Comentan el tema porque quieren encontrar una solución. De alguna manera se sienten culpables por estar sin ánimo de seguir. Consideran que estar sin ánimo es algo que no pueden permitírselo.

Parece que, en el montaje de nuestra mente, el “mind set” como le dicen algunos, hay un archivo que define que siempre debemos estar bien. Que no debemos agotarnos, que siempre hay que luchar, que todo lo podemos, y que nunca podemos fallarnos.

Mi propio podcast, “Tres Minutos Basta”, es optimista. Siempre buscando el lado bueno de las cosas. Reforzando la alegría. Apostando por el entusiasmo.

Y todo esto se debe a una corriente en la que creo, la psicología positiva, que nos muestra que todo está en la mente, y que la actitud con la que enfrentamos las circunstancias es lo que nos llevará al éxito.

Pero también creo en el valor del SER frente al TENER y que lo más importante del Ser es “ser auténtico”. En esa autenticidad tenemos que poder reconocer y aceptar que no estamos bien. Creo en la importancia del duelo. El duelo no solo cuando fallece una persona querida, sino cuando sucede algo que hace que no estemos bien. Una gran amiga se muda a otro país. Se casa nuestra hija y se va de casa. Nos deja la persona que amamos. Perdemos el trabajo. Nos informan que tenemos una enfermedad terminal. En fin, muchas circunstancias en las que la psicología positiva y la actitud no pueden funcionar si primero no pasamos, con absoluto dolor, el duelo, y nos atrevemos a reconocer que no estamos bien. Que estamos tristes. Que estamos sin ánimo. Que estamos sin ganas.

Hay que sufrir con dolor lo que merece ser sufrido y darnos tiempo para ello. Sin culparnos. Porque está bien no estar bien.