El primer ministro, Guido Bellido, mencionó que la meta del Gobierno es que todos los peruanos mayores de 18 años puedan vacunarse contra el covid-19 al cierre del 2021. Por su parte, el exministro de Salud, Óscar Ugarte, dijo que en los meses finales de este año, se podría llegar a cubrir al 70% y 75% de la población.
¿Cuánto falta para alcanzar la llamada “inmunidad de rebaño”? El Consejo Privado de Competitividad (CPC) en alianza con Apoyo Consultoría -con data de la plataforma de datos abiertos del Gobierno- refirió a Gestión que a la velocidad promedio de vacunación de los últimos 15 días, solo Tacna llegaría a la meta a diciembre del 2021 (75% de su población).
La data revela que en la región del sur el 62.9% de la población ya cuenta con al menos una dosis; y los que tienen dos dosis, representan el 49.3% . Con ello, sumado a una velocidad de 104 dosis diarias aplicadas por cada 10,000 habitantes (promedio de últimos 15 días), le tomaría tres meses alcanzar la meta.
En contraparte, Loreto es la región más rezagada: la velocidad promedio que alcanzó esta región en los últimos 15 días es igual a 29 dosis aplicadas a diario por cada 10,000 habitantes. Con ello, sumado al porcentaje avanzado, tardaría 18 meses en vacunar -con dos dosis- al 75% de su población.
De hecho, si esta región quisiera cubrir la meta este año, su velocidad debería aumentar en 4.6 veces.
David Tuesta, presidente del CPC, comentó que el número de dosis diarias aplicadas estaba en alrededor de 200,000 en el país, pero el ritmo empezó a desacelerarse “de manera preocupante y ya desde mediados de agosto está en los 150,000”.
Provincias
Los promedios esconden realidades diferentes por cada provincia. Por ejemplo, si se toma a las que están en “rojo”, se obtiene que la vacunación va más lento en Pallasca (Áncash), Virú (La Libertad) y Loreto (Loreto). A estas provincias les tomaría 48 meses -cuatro años- llegar al 75% de su población vacunada.
Pero, tomando en consideración las provincias más dinámicas por región, se obtiene -por ejemplo- que a Caraveli (Arequipa) y Castilla (Arequipa) les tomaría solo un mes alcanzar la meta.
En el caso de Tacna, que es la región con el mejor resultado, sus cuatro provincias registran el siguiente desempeño: Jorge Basadre (resta 1 mes), Tacna (3 meses), Candarave (9 meses) y Tarata (10 meses).
Lima
¿Cómo le va a Lima, la región con el mayor número de habitantes? Con un ritmo de vacunación -promedio- de 59 dosis diarias aplicadas por cada 10,000 habitantes, le tomaría 6 meses lograr que el 75% de su población esté vacunada. Si se quisiera lograr este porcentaje al cierre de este año, la velocidad actual debería aumentar en 1.5 veces.
Huaral y Barranca son las provincias con el menor tiempo pendiente, es más, ambas podrían alcanzar la meta al cierre del 2021. Mientras que a Huarochirí todavía le tomaría 14 meses. En el caso de la provincia de Lima, le tomaría medio año más.
Vulnerabilidad
Si bien se podría pensar que el foco debería estar en las regiones con mayor densidad poblacional, hay un grupo de vulnerables que también deberían ser prioridad. Por ejemplo, solo el 13.6% de Puno tiene dos dosis, a pesar de que se ubica como una de las regiones con vulnerabilidad alta (basado en data de pobreza), lo que le pondría limitantes ante una tercera ola.
David Tuesta: Falla de política pública debe atenderse ya
Estamos por encima del 30% de vacunados con dos dosis. Hay regiones que superan el 40% de vacunados, liderando Callao (44%), Tacna (44%) y Lima (40%), pero hay otras que más bien a penas superan el 10%, como Puno, Madre de Dios y Loreto.
La data expuesta nos permite analizar la inequidad del proceso, ver dónde hay que presionar. ¿Por qué Loreto tiene solo 18% de su población con dos dosis? Esas diferencias no deberían existir. Hay una falla de política pública de salud que se tiene que abordar ya.
No se pueden escatimar recursos porque lo peor que nos puede pasar es que con este ritmo de vacunación llegue una tercera ola y rápidamente eso nos coloca en una situación de empezar a establecer restricciones que al final terminan siendo más costosas que haber invertido en un campaña de vacunación 24/7. Hay un tema sanitario por supuesto que va a explotaría si no mejoramos el ritmo, y este tendría -además- consecuencias económicas.