El expresidente de Uruguay, Julio Sanguinetti, y la actual vicepresidenta de dicho país, Lucía Topolansky, afirmaron, por separado, que su nación tiene una tradición de otorgar asilo a la persona que lo requiera.
Esto, al ser consultados por la situación de Alan García, quien solicitó refugio ante el Gobierno de Tabaré Vásquez, alegando una presunta persecución política en su contra.
No obstante, Uruguay ya negó en el pasado el asilo diplomático a dos importantes políticos peruanos.
La historia
Se trata de los exministros fujimoristas Carlos Boloña (Economía) y Alberto Bustamante (PCM).
Según el semanario uruguayo “La Búsqueda”, ambos solicitaron refugio ante la embajada de dicho país durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006); no obstante, sus pedidos fueron denegados.
“La situación se resolvió por medio de negociaciones en las que participó el entonces embajador uruguayo en Lima, Diego Zorrilla”, recordó el semanario.
Se pronuncia
Tras permanecer seis días en silencio, el canciller Néstor Popolizio se pronunció por el pedido de asilo formulado por el líder aprista.
Recalcó que en la información alcanzada se determinó que existen procesos abiertos contra el exmandatario sobre delitos comunes de corrupción. “Estamos enfatizando que en el Perú no existe persecución política”, dijo.
Esperaremos respuesta
En tanto, el presidente Martín Vizcarra reiteró que su Gobierno esperará el pronunciamiento oficial de Montevideo antes de hablar sobre la posibilidad de entregar el salvoconducto a García.
“Hay que esperar, no sabemos si después de la evaluación (del pedido) qué decisión tomará (Uruguay)”, señaló desde Arequipa.
Más temprano, durante una actividad en el Poder Judicial, Vizcarra insistió en que el Ejecutivo respeta la división de poderes y el Estado de derecho.
“Todos debemos allanarnos a la justicia”, anotó. En tanto, la Cancillería de Uruguay informó que ya recibió la documentación de Perú y que ahora la analizarán.
Apreciaciones jurídicas
El expresidente de Uruguay, José Mujica, indicó a la prensa de su país que el otorgamiento de la protección al expresidente dependerá de apreciaciones jurídicas.
En la misma línea que Sanguinetti, Mujica respaldó que el embajador uruguayo le haya abierto las puertas al exmandatario.
No obstante, dijo que si encuentran pruebas suficientes que demuestren los hechos por los que se acusa a García, “el asilo no tendría sentido”.