(Bloomberg).- Los congresistas republicanos están considerando un desmantelamiento contundente de Obamacare a principios del próximo año, para iniciar la era de , pero antes deben acordar un plan lo suficientemente limitado para mantener su asamblea partidista unida.

Los republicanos no tendrán mucho margen de error para suprimir con éxito la ley de salud Obamacare, una de las promesas de campaña de Trump y de los congresistas republicanos. Incluso si retrasan la revocación para ganar más tiempo para presentar una alternativa, habrá presión para usar la maniobra legislativa para impulsar otras prioridades del Partido Republicano, como la eliminación del financiamiento para Planned Parenthood.

Sin embargo, los senadores republicanos tendrían que mantener unidos a los 52 senadores que esperan tener cuando se congregue el nuevo Congreso el 3 de enero.

El plan republicano aprovecharía la estrategia de la reconciliación, un mecanismo relacionado al presupuesto que permite aprobar medidas por votación simple, sin contar con los 60 votos necesarios en el Senado, e impedir que los demócratas puedan bloquear la legislación por sí solos. Al actuar rápidamente, el Partido Republicano podría posicionarse para invocar este mismo procedimiento otra vez más adelante en el año, para usarlo en un rango más amplio de objetivos, incluyendo recortes tributarios.

El proyecto de ley relámpago, al igual que uno que fue vetado a principio de este año por el presidente Barack Obama, H.R. 3762, establecería lo que significaría una fecha de vencimiento para las bases financieras de la ley, dejando actuar al Congreso en una fecha posterior a cualquier plan de reemplazo. Esto es porque después de más de seis años de la aprobación de la ley, los republicanos aún no llegan a un consenso sobre cómo reemplazar Obamacare.

Victoria temprana

Sin embargo, la aprobación de alguna medida dentro de los 100 primeros días de Trump permitiría a los republicanos lograr una gran victoria temprana y los conservadores están exigiendo al Partido Republicano a entregar resultados rápidos.

"Con el fin de presentar un mensaje claro e inequívoco, hay un nuevo ocupante de la Casa Blanca, una de las primeras cosas que debería hacer después de presentar su juramento al cargo es la aprobación de un proyecto de ley mediante la reconciliación para derogar Obamacare y retirar el financiamiento a Planned Parenthood", dijo el congresista Trent Franks, representante republicano de Arizona, el lunes en una entrevista.

Franks, presidente del subcomité sobre la Constitución del Comité Judicial de la Casa de Representantes, dijo que le preocupa que algunos miembros del Congreso pidan más tiempo para aprobar un proyecto de ley. No obstante, el parlamentario dice el proyecto de ley debiera ser aprobado "casi al primer momento después del juramento al cargo". El Congreso debe enviar el mensaje de que cuando la gente vota por promesas hechas durante una campaña, "sus votos tendrán valor", dijo.

El líder de la mayoría de la cámara baja, Kevin McCarthy, dijo a los reporteros el martes en un desayuno en el diario Washington Post que los primeros 100 días del gobierno de Trump incluirían medidas para derogar Obamacare, aunque "la derogación es más fácil y más rápida" que su reemplazo.

John Cornyn de Texas, el republicano No. 2 en el Senado, dijo el lunes que la anulación de Obamacare será "una de las prioridades cuando regresemos".

"Se hará pronto porque es algo que tenemos que hacer", dijo Cornyn. "Me parecería perfecto en enero". Dijo que los republicanos usarían el procedimiento de reconciliación otra vez a medida que avance el año para impulsar otras materias, como una reforma tributaria.

'De manera que no perjudique'

Lamar Alexander, presidente del Comité del Senado sobre Salud, Educación, Trabajo y Pensiones, predijo durante una entrevista con periodistas que, en definitiva, tomaría "varios años" apoyar plenamente un nuevo sistema con menor control federal. Agregó que mientras los republicanos puedan hacer ciertas cosas con la reconciliación, al final necesitarían 60 votos.

"Debemos transferir gradualmente esas decisiones otra vez a los estados y a las personas de una manera que no perjudique a la gente hoy en día", dijo el republicano de Tennessee.

"Si queremos una solución perdurable, tendremos que contar con 60 votos en el Senado para lograrla".

Aunque un proyecto de ley relámpago se podría usar para otras prioridades en las que concuerdan los republicanos, el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes, Tom Price, de Georgia, predijo en una entrevista reciente que la propuesta se enfocaría en algo similar al proyecto de derogación de Obamacare que los legisladores ya aprobaron pues su expansión requeriría que los comités trabajen por más tiempo.

"Existe una oportunidad", dijo Price, a quien Trump nombró el martes como su secretario de Servicios de Salud y Humanos. "Todo esto debe pasar el proceso, obviamente".

Ira demócrata

La idea de un proyecto de ley relámpago se ha ido filtrando entre los republicanos del Congreso desde hace mucho antes de la elección y es seguro que despertará la ira de los demócratas.

Pero no hay mucho que puedan hacer con estas normas, más allá de protestar. Chuck Schumer de Nueva York, próximo líder de los demócratas del Senado, ha dicho en varias entrevistas que los republicanos lamentarán el día en que derogarán la ley de salud.