Raúl Castro Pereyra

Más de 15 mil personas construyen hoy lo que será la mina Quellaveco, el proyecto cuprífero más grande de los últimos años. “Ya no hay minas de esta dimensión”, señala Eduardo Serpa, gerente de Sostenibilidad y Asuntos Externos de Anglo American.

El ejecutivo recorre, a más de 3,500 metros de altura, los extensos terrenos del proyecto y supervisa las obras iniciadas y los planes para el próximo año. El 2022 es la meta. Ese año la mina debe iniciar su producción. Se calcula que la vida de la misma es de 30 años.

Agua y altura

Quellaveco está a dos horas de la ciudad de Moquegua. La vía para acceder al proyecto fue construida por la compañía. Hay un sol que quema y un viento que corta como cuchillo. Pese a que hay miles de hombres trabajando, hay silencio aquí en las alturas.

En el 2012, la compañía cerró 26 acuerdos con la comunidad y las autoridades de Moquegua. “Hablamos más de 18 meses”, refiere Serpa, quien fue nombrado por la empresa como representante en la negociación. Esta tarea no solo incluyó a los integrantes de la mesa, sino coordinaciones con los funcionarios y accionistas de la matriz de Anglo American.

Entre las primeras obras que construyó, hace siete años, la empresa fue un túnel en que se desvía el río. Y es que parte de la reserva mineral estaba debajo del cauce del río.

“Esta obra era fundamental para cuidar la cantidad y calidad del agua”, detalla a Gestión. “El enfoque de la compañía era garantizar el acceso al agua frente a la población”, añade.

¿Qué otro beneficio encuentra en la construcción del túnel?

Las aguas del río no arrastrarán material de la construcción y ni de la propia mina. Estas aguas quedan aisladas a través del túnel.

¿Cuánto ya ha invertido la compañía en el proyecto?

Desde agosto del 2018, en que la compañía aprobó el proyecto, alrededor de US$ 1,300 millones.

¿Cuáles son las principales obras que se harán el próximo año?

La planta de procesos, tanto las obras de concreto, como el inicio de la parte electromecánica, son la parte fundamental, diría que el corazón de la operación. También haremos el túnel hacia la parte de la planta de proceso.

¿Cuánta extensión tendrá el túnel?

Cuatro kilómetros y debemos de habilitar en su interior la faja transportadora. Además, continuaremos con la construcción de tuberías de agua. Tenemos que instalar 90 kilómetros de tubería para transportar el agua desde el río Titire hasta la zona de la planta.

También trabajamos en la zona del taller de camiones y en la planta de chancado y además tenemos que preparar el dique de relaves, así como la línea de transmisión eléctrica.

¿Se mantiene el 2022 como fecha de inicio de operación?

La fecha se mantiene. Ese es el plan y estamos bien con las fechas de las obras.

¿Las protestas que hubo contra Tía María o Las Bambas, no los hizo dudar de la fecha de inicio de operación?

Nosotros llegamos a cerrar los acuerdos con la población en el 2012.

¿Por qué no iniciamos las obras?

Porque no había las condiciones del mercado, ni de precios. Ya no se trataba de temas sociales, sino de la situación de la compañía. Cuando arrancamos la construcción en agosto del 2018, ya teníamos una relación con la población.

¿Pero no hay un temor a la protesta?

Hemos tenido una construcción sin baches, sin paras. Las protestas las hemos escuchado y hemos estado atento a ellas, pero no influyó en el cronograma del proyecto.

¿Cuál es la inversión para el próximo año?

Son cifras similares por año. Ya invertimos US$ 1,300 millones y ese el monto proyectado para el 2022. El presupuesto total es de US$ 5,300 millones, que incluye compra de equipos y nuestra inversión social.

¿Cómo se aterriza el fondo de desarrollo social para Moquegua?

Por ejemplo, hemos hecho un aporte de US$ 115 millones para ampliar la frontera agrícola en Ilo. El proyecto está en un avance mayor al 90% y debe estar concluido el próximo año. En las lomas de Ilo habrá 1,750 hectáreas de terreno agrícola, lo que supone que se generan entre 5,000 y 10,000 nuevos puestos de trabajo.

¿Es posible que convivan la minería y la agricultura?

Decir que no pueden convivir es un mito. Estamos dando muestras de que es posible. La minería puede ser un impulsor de la agricultura. Tenemos compromisos para invertir en otros sistemas de almacenamiento de los excedentes del río Asana para aprovecharlos y ampliar la frontera agrícola.

¿Cuánto debería de ser la producción?

De 300 mil toneladas de concentrado de cobre al año. La vida útil es de 30 años, ¿y cuál es el plan de cierre? El plan de cierre supone restaurar el cauce del río que hemos desviado. Debemos sacar el desmonte del depósito para restaurarlo, eso demora siete años.

¿De ese desmonte, se puede rescatar cobre?

El desmonte tiene algo de cobre, pero antes debemos pasarlo por la planta de procesamiento. No se trata de una cantidad importante, pero le dará algo de caja a los últimos años de la operación.

¿Cuál es la relación de Anglo American con el gobernador?

El gobernador es parte y líder del comité de seguimiento y verificación del cumplimiento de los acuerdos de la mesa de diálogo. Tenemos reuniones periódicas, a veces más de una vez al mes. Su participación es permanente, como sucede con otras autoridades, por lo que el diálogo es permanente. También participa en el fondo de desarrollo de Moquegua.

¿El gobernador ha hecho algún tipo de propuesta para este fondo de desarrollo?

Él presentó un proyecto para llevar al nivel de excelencia al Instituto Tecnológico José Carlos Mariátegui. Pidió S/ 25 millones que fue aprobado por el consejo directivo del fondo. Ya se dio una partida de S/ 6 millones para la compra de equipos y se busca el licenciamiento del instituto. Allí estudian 1,100 estudiantes en 10 carreras. El próximo año se invertirán los otros S/19 millones. El área de la concesión es amplia,

¿están realizando trabajos de exploración?

Estamos haciendo tareas de exploración. La posibilidad de hallar recursos es real. Quellaveco tiene mucho potencial, pero en este momento estamos focalizados en la futura producción.

¿Cómo van los trabajos destinados a la salida del mineral hacia el puerto?

Ya estamos desarrollando la ingeniería de detalle y adquiriendo los equipos para las obras en el puerto.

¿De qué obras hablamos?

Tenemos que hacer obras en tierra, lo que es el almacén para recibir el concentrado de cobre. Sobre ese almacén vamos a construir la faja transportadora sobre el muelle existente. Tenemos que colocar un cargador de barcos que permitirá ingresar a las bodegas de los barcos el concentrado de cobre.

¿Estás obras cuándo estarán?

Entre el 2020 y el 2021. Han señalado que pretenden ser una mina digital, ¿de qué forma? Queremos ser 100% digitales. Ser la primera mina 100% digital. El plan es que todo el sistema de trabajo esté digitalizado. La idea es que haya un uso de recursos a partir de los medios digitales. Hacer minería es cada vez más difícil, lo que necesitamos es empezar a innovar para reducir costos. Hay una tendencia enorme a la automatización.

¿Se busca un ahorro de costos?

Sí, pero también por cuestiones de seguridad. Esta necesidad de innovación implica el desarrollo de nuevas capacidades de personal. Incluso, se requerirá que los proveedores también estén capacitados de atender las necesidades de una mina digital.

“Hacemos S/ 144 millones de compras anuales a proveedores locales”

Hace dos semanas, representantes del Ministerio de Energía y Minas (Minem) y del Comité de la Sociedad Civil de Agricultores de Tumilaca, lograron un acuerdo que puso fin al paro que realizaron que incluyó el bloqueo de la vía de acceso al proyecto Quellaveco.

Uno de los acuerdos fue la modificación de la Resolución Ministerial N°281-2019 Minem/DM, que dispone conformar el Grupo de Trabajo del Sector Tumilaca, distrito de Torata, en Moquegua.

Se acordó que se deberán precisar las funciones y ampliar la vigencia del mencionado grupo, que entre las labores a realizar figura la elaboración de un programa de actividades que explique y aclare los alcances del estudio de impacto ambiental (EIA) del proyecto Quellaveco y sus modificatorias.

¿Ustedes admitirían que su EIA sea revisado?

Los agricultores de Tumilaca han hecho ese pedido. Ese no es un alcance de los grupos de trabajo que se conformaron tras la mesa de diálogo que se “Hacemos S/ 144 millones de compras anuales a proveedores locales” la relación con agricultores y contratistas cerró en el 2012. Los resultados sobre la evaluación ambiental que hagan los grupos de trabajos serán comunicados a las entidades competentes. Estamos hablando de temas muy puntuales como las características del río Tumilaca, pero ya el Gobierno ha identificado que ese río no tiene para agua potable.

¿Pero qué se puede usar?

Es agua clase tres, es decir, sirve para la agricultura y la ganadería. Entonces, el Gobierno ha encontrado una oportunidad, que es ponerles una planta de tratamiento de agua.

¿La compañía participa en algún tipo de diálogo con los agricultores de Tumilaca?

Nosotros tenemos un espacio de diálogo en el comité de monitoreo de los acuerdos de la mesa de diálogo del 2012. Allí está la región en su conjunto.

¿Están aquí los representantes de Tumilaca?

Están representados a través de los alcaldes provinciales y distritales. Hay representación en el comité de toda la región. Hay que tener en cuenta de que hay dos espacios de diálogo distinto.

¿A qué se refiere?

Uno es el que hace seguimientos a los acuerdos de la mesa de diálogo del 2012 y el otro es el espacio que abrió el Gobierno con Tumilaca, cuyos resultados serán comunicados a las autoridades competentes. Así como hubo una protesta de los agricultores, también hubo una de los proveedores locales

¿cuál es la relación que tienen con ellos?

Hacemos S/ 144 millones de compras anuales a proveedores locales. Nosotros tenemos empresas contratistas que hacen trabajos de construcción, también servicios como los vinculados al traslado de personal, así como compra de alimentos que hace nuestro proveedor.

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