(Reuters).- La Presidencia de Brasil intentaba desactivar una crisis institucional entre el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Senado, en medio de reportes de que el tribunal podría permitir al imputado presidente de la Cámara alta seguir en el cargo si se retira de la línea de sucesión presidencial.

El STF estaba reunido para decidir si ratifica o revoca el fallo de uno de sus magistrados, que ordenó la remoción de Renan Calheiros como presidente del Senado tras su imputación la semana pasada por malversación de fondos.

La salida de Calheiros dejaría al frente del Senado a Jorge Viana, del izquierdista Partido de los Trabajadores y opositor a poner límite al gasto público, un pilar fundamental de la iniciativa del presidente Michel Temer para restaurar la disciplina fiscal en Brasil.

Viana desmintió reportes de que esté pensando en renunciar o de que suspendería todas las votaciones programadas para este año si asume la presidencia del Senado.

El senador del PT, considerado un moderado, está en una posición difícil porque su partido se opone al plan de austeridad que impulsa el Gobierno y quiere que él postergue indefinidamente la votación del 13 de diciembre para limitar el gasto público.

Calheiros, cuyas funciones expiran el 15 de diciembre – cuando el Congreso entre en su receso navideño -, se negó a dejar el cargo el martes, agudizando una disputa entre el poder judicial y el legislativo.

"La oficina del presidente está trabajando para reducir las tensiones entre el poder judicial y el legislativo, y respetará las decisiones que adopten", afirmó Marcio de Freitas, portavoz jefe de Temer, en un mensaje a Reuters.

Calheiros es el segundo en la línea de sucesión presidencial después del líder de la Cámara de Diputados, pues Brasil no tiene vicepresidente desde que fue destituida la mandataria Dilma Rousseff tras un juicio político.

El Gobierno quiere que los jueces del STF busquen una manera de sortear un reciente fallo de la mayoría del tribunal que señala que ningún imputado por un delito pueda estar en la línea de sucesión presidencial.

Los diarios Folha de Sao Paulo y Estado de Sao Paulo informaron de un proyecto de acuerdo que permitiría a Calheiros acabar su mandato a cambio de que no pueda convertirse en presidente de Brasil en ausencia de Temer o del presidente de la Cámara baja.

La eventual anulación de la orden de cesar a Calheiros sería un revés para el poder judicial, en medio de su creciente confrontación con el legislativo por los intentos de algunos legisladores de limitar el poder de los fiscales y proteger a los políticos corruptos.