El ministro de Justicia, Aníbal Torres, remitió un oficio a la Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, para sugerirle la cremación del genocida Abimael Guzmán Reinoso, cuyo cadáver permanece desde el sábado 11 de setiembre en la Morgue Central del Callao.
El documento refrendado por Aníbal Torres advierte a la Fiscalía que considerar otro tipo de sepultura del cabecilla terrorista tendría consecuencias.
“Podría conllevar a afectaciones al orden público y la seguridad de toda nuestra sociedad, poniendo en riesgo la seguridad de peruanos y peruanas pues no se puede negar que para este sanguinario grupo terrorista los restos de este delincuente es un símbolo de un insania y buscarán enaltecerlo y homenajearlo”, sostuvo.
El documento detalla que habiendo pasado más de 36 horas desde que los restos del cabecilla terrorista llegaron al mortuorio y hasta la fecha no han sido entregados a algún familiar directo, el Ministerio Público está facultado para disponer del cuerpo de quien en vida llevó al país a un espiral de muerte.
“El numeral 6.2 del apartado “Procedimientos de necropsias desagregado” establece que en caso el cadáver no sea reclamado en una máximo de 36 horas, el Instituto de Medicina Legal podrá disponer el paso del cadáver a un fosa común”, expone el documento compartido por la congresista Betssy Chávez.
Asimismo, aclara que, basado en las actual normativa, nos cadáveres no reclamados dentro de los plazos legales “quedan bajo la custodia del Ministerio Público, teniendo este organismo constitucionalmente autónomo potestad de donarlos con fines de investigación o no disponer dicha donación”.
“En este último supuesto, conforme a la Ley General de Cementerios, puede solicitar a un cementerio público la cremación del cadáver”, agregó.